Esta semana llega al fin la jornada más importante para el desarrollo de las políticas públicas de nuestro país: el Censo 2017. Un acto que, aunque haya que ser majadero, se realiza debido al fracaso de la medición realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas en 2012.
Tanto la prensa del país, como la comunidad por medio de las redes sociales, serán fundamentales para ir evaluando minuto a minuto lo que va a ocurriendo en el proceso.
Por ejemplo, el 2012 las redes sociales fueron las primeras en dar la alerta de que había casas que no habían sido censadas. Es decir, las nuevas tecnologías de la información permitieron conocer un error de carácter grave que esta vez esperemos que no ocurra.
Por su parte, los medios de comunicación, especialmente la televisión, la radio y los medios digitales, estarán minuto a minuto dando a conocer lo que está pasando con los censistas y los censados, así como también con la organización policial y gubernamental. Cualquier improvisación o desorganización quedará en evidencia.
Es importante que estos dos actores, ajenos al aparataje estatal que se desplegará, tengan este rol crítico, ya que no se toleraría un nuevo error y eso las autoridades deben tenerlo muy claro. Nada puede fallar.
Desde el punto de vista de la calidad de la encuesta, no olvidemos que existe una cantidad importante de personas que fueron forzadas a participar en esta medición ante el desinterés de la ciudadanía de cooperar, y ahí hay que estar muy atentos con lo que ocurrirá.
En materia de seguridad, la coordinación debe ser extrema. Recordemos que muchas personas son menores de edad o mujeres que se encuentran vulnerables a ser víctimas de algún delito, y para evitar que ocurran desastres en esta materia, es de suma importancia que la presencia y preparación de Carabineros para ejecutar el plan de trabajo sea perfecto, especialmente en las poblaciones más complejas de la ciudad y la provincia.
El Censo necesita de la colaboración de todos los actores, de la política, de las policías y de la comunidad, para que de una vez por todas tengamos un trabajo profesional que permita saber cuántos somos y qué necesitamos.