Ricardo Lagos no despegó

Para muchos la imagen del ex presidente Ricardo Lagos auguraba el retorno de un líder confiable. Aquel que podía devolverle a Chile su crecimiento económico, su desarrollo en materia de infraestructura pública y el empleo.

Esto porque durante su gobierno, el crecimiento macroeconómico fue una de las grandes fortalezas que le dejó al país, heredadas de las políticas de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Durante su mandato, se firmaron tratados importantísimos de libre comercio con China, Estados Unidos y la Unión Europea, entre tantos otros.

Se avanzó, como ya lo decíamos, en crecimiento de la infraestructura vial, por medio de los acuerdos entre los privados y el Estado (concesiones) y, además, se terminó de implementar la reforma procesal penal.

Durante su mandato, Lagos fue sindicado como “el estadista”. Tenía personalidad, gran popularidad, no se achicaba ante nadie y a sus manifestantes, generalmente, les pedía que fueran a solicitar audiencia a La Moneda cuando quisieran conversar con él. Prácticamente, era sinónimo de fortaleza.

Pero los años pasaron, 11 para ser más exactos. Chile cambió y hoy, a pesar del peso político del ex mandatario, algo sucede que su campaña de retorno a la presidencia simplemente no despega.

El jueves pasado, se entregaron los resultados de las encuestas del Centro de Estudios Públicos -CEP-. En ellos, Piñera obtuvo un 20% en intención de voto, Guillier un 14% y Lagos, en tanto, se mantuvo en el 5%, siendo la baja más pronunciada que se registró.

Sucede lo mismo frente a la pregunta de quién cree que será el próximo presidente. Ahí, Piñera registró un alza de siete puntos, llegando 27%, seguido de Alejandro Guillier con un 13% y finalmente Lagos, nuevamente con un 5%.

A 11 meses de una elección, un porcentaje de estas características, es prácticamente irremontable y todo parece indicar que la figura del ex rostro de televisión será la carta de la Nueva Mayoría, incluso aunque algunos sectores como la DC, le han restado su apoyo... a la hora de mantener el poder, son todos amigos nuevamente.

Teorías de la baja de Ricardo Lagos pueden haber muchas. Quizás, los hoy profesionales endeudados con el Crédito con Aval del Estado, las víctimas del Transantiago, los ciudadanos que se quedaron sin tren al sur o simplemente, aún están en la memoria colectiva los casos de indemnizaciones millonarias, el caso MOP-Gate, la leche descompuesta de Cenabast, el puente Loncomilla y tantos otros errores que tuvo su gestión y derechamente de irregularidades que cometieron algunos de los funcionarios, que son difíciles pasarlos por alto.

Pese a ello, el PPD se ha mantenido en consecuencia por ahora y ha apoyado a su candidato de cara al proceso presidencial que se viene.

Sin embargo, hay que ser honestos. Ricardo Lagos, al día de hoy, no tiene opciones de ser presidente. Él está confiado en que pueda repuntar, pero, si no cambia su estrategia, hasta aquí no más llegó.