Preocupante consumo de drogas en la Plaza de Armas

No es necesario hacer un trabajo de espionaje o inteligencia para recorrer la Plaza de Armas de la ciudad y encontrarse a diversas horas del día, con adolescentes, en su mayoría escolares de los colegios y liceos de la ciudad, consumiendo sustancias ilícitas.

El hecho es preocupante considerando que los jóvenes en edad de desarrollo pueden resultar afectados o vivir situaciones complicadas bajo los efectos de estas drogas.

Por otro lado, es alarmante que no exista un control permanente de las policías en dicho espacio, considerando que son lugares de uso público que están frente a la Gobernación, municipalidad, Centro cultural, clubes sociales o la catedral.

No podemos permitirnos como sociedad ponernos una venda en los ojos frente a este tema. La drogadicción juvenil, ha registrado cifras que son muy magras para la sociedad. En este sentido, el rol de los padres, especialmente en el acompañamiento y consejo son claves. De acuerdo a las cifras del Senda, los hijos de padres que no están en conocimiento acerca de donde se encuentran sus hijos, o qué hacen después de clases antes de retornar al hogar, tienen más altas posibilidades de estar cayendo en el consumo de drogas.

La sociedad debe tomar medidas urgentes, ya que esto sucede a plena luz del día en el centro de la ciudad y se replica en otros puntos de la misma, así como también en actividades masivas que organiza el municipio o el gobierno, donde se pierde el control sobre la masa. ¿Quiénes son los proveedores de estos jóvenes? ¿qué dice la Gobernación en materia de seguridad pública para reducir el consumo de drogas, especialmente la marihuana?

Es de suma relevancia que las autoridades tomen la bandera de lucha frente a este tipo de conductas sociales irregulares, que atentan contra la formación de las generaciones del futuro.

Una solución probable sería, enviar policía de civil a recorrer el lugar, ubicar a los padres de los jóvenes que sean sorprendidos consumiendo drogas e informarles la situación y lo más importante, dar con los vendedores de droga que llevan las sustancias hasta los más pequeños.

Sólo así se podrá realizar una contribución real en materia de combate a la droga y el narcotráfico. Están envenenando a las futuras generaciones, aprovechándose de su ingenuidad y dando paso a que cada vez, tengan acceso a drogas más fuertes. Esas personas, inmorales y poco éticas, deben ser castigadas con todo el rigor de la ley.