Las reformas no son el problema

La situación económica que vive el país es, sin lugar a dudas, un problema hostil que ha generado diversas apreciaciones en el espectro político y empresarial.

Nuestro principal elemento financista del Estado: el cobre, se encuentra afectado dramáticamente. Esto porque durante más de 10 años, el éxito minero de Chile en torno al metal rojo, permitió un desarrollo sustentable del país y lo transformó en una pequeña potencia sudamericana. Sin embargo, eso se agotó debido a la situación internacional, principalmente de China y, mientras no logre encontrar el equilibro para que vuelva a repuntar, la cosa estará difícil.

El mundo está sufriendo una desaceleración y sería irrisorio pensar que Chile no se va a ver afectado.

Lo cierto es que los dardos se han apuntado a las reformas del gobierno de La Nueva Mayoría, como detonantes de esta crisis, pero, sin embargo, esta contracción se habría generado igual.

Las reformas Tributaria o Laboral, sin duda alguna que podrían llegar a tener un efecto negativo, pero solamente se podría determinar una vez que refloten las cifras. La inversión está golpeada a nivel mundial y en Chile, los únicos que han sacado ventaja, en su mayoría, han sido los inversores del rubro de la construcción, quienes aprovechando que a partir del 2016 se aplicará IVA a las viviendas, han generado una cantidad importante de proyectos para cerrarlos antes del 31 de diciembre. Una estrategia de marketing que sin duda, ha sido favorable, porque muchas personas, ante la incertidumbre de lo que ocurrirá en el futuro, están buscando todos los mecanismos para cumplir de forma adelantada el sueño de la casa propia.

La Reforma Laboral, por un lado pondrá en jaque a los empresarios y directorios, ya que de acuerdo a lo que está actualmente en el proyecto que se discute, lo logran pensar en los mecanismos para enfrentar un momento de huelga, la inversión estará en peligro, y la quiebra puede ser una opción clara. Hay que adaptarse, porque guste o no, los derechos que se entreguen a los trabajadores, nunca más se podrán quitar y es por ello que se deben abordar todos los factores y los parlamentarios deben votar, más que un sí de bancada, un sí o un no informado.

Si la economía de la industria y el comercio se ve afectada por una normativa muy dura, que sólo beneficie a un área del sector, se podrían aumentar las cifras de desempleo y con ello una reacción en cadena con la pobreza o la desigualdad.

En conclusión, con China en crisis, en la cual los expertos auguran mejoras sustanciales de recuperación en el corto plazo, con Europa sin lograr un proceso de unión claro para salir adelante como continente y la situación de guerra en el medio oriente, Chile debe comenzar a crear, emprender y buscar alternativas que potencien el desarrollo local, tanto para la economía interna como externa. A veces, falta un poco de locura para las verdaderas innovaciones y hay países que han salido adelante gracias a personas creativas. El ejemplo de Nokia en Finlandia es una muestra de esto.