¿Está agonizando la Nueva Mayoría?

El pasado lunes, y luego de más de tres horas de reunión, los siete partidos políticos que componen la Nueva Mayoría, llegaron al acuerdo de asegurar la proyección y unidad del conglomerado, con el objetivo de posicionarse frente a las próximas elecciones municipales y las posteriores parlamentarias y presidenciales, en esta última donde esperan tener la capacidad de lograr la presentación de una candidatura única para la Presidencia de la República el 2017.

Sin embargo, la tensión es evidente, no sólo en Los Ángeles, donde la disputa por el sillón edilicio ya comenzó con la candidatura del actual alcalde Esteban Krause y sus posibles contendoras, Teresa Stark y Miriam Quezada.

Esta situación se repite a lo largo del territorio y la conformación de las listas para concejales, la inclusión del PRO de Marco Enríquez-Ominami y las amenazas de los partidos de izquierda de dejar el oficialismo si no se modificaban los requisitos para la subsistencia de las colectividades en la ley de partidos, instalan la posibilidad de que la Nueva Mayoría tenga los días contados, pese a tener la mayor cantidad de votos en las últimas elecciones y la totalidad de alcaldes en la provincia de Biobío.

Si a eso se le suma que la DC, quienes eran el histórico aliado del PS, hoy han sido desplazados, producto de que la penetración que ha tenido el PPD ha sido muy fuerte y les ha arrebatado a sus socios.

Sergio Aguiló, quien es presidente de la IC acusó que "socialistas con la UDI, DC y RN han llegado al acuerdo de que sí un partido que participa en las próximas elecciones no saca 4 parlamentarios y 5% de la votación nacional queda excluido de manera automática de la vida política chilena".

Los más optimistas del sector, dirán que en un conglomerado que tiene visiones tan distintas, lo rico del debate es que todos pueden poner los temas sobre la mesa, sin embargo, la realidad es que la falta de acuerdos sumado a la situación política del país, donde se ha defendido lo indefendible durante meses, genera que surjan hostilidades en el sector, el que de no buscar los caminos del diálogo necesarios para mantenerse en el tiempo, simplemente terminará condenado a su fin.

La Nueva Mayoría, basados en la imagen de enarbolar las banderas del pueblo y sus necesidades tiene las posibilidades y eficaces herramientas para permanecer en el poder y conquistar nuevos territorios, pero si los diálogos se mantienen construidos en un castillo de naipes, el final será su única opción.