En el Congreso se ha realizado la aprobación de una iniciativa que busca desincentivar el alto consumo que hay de tabaco en nuestra población. De esta manera, a la fuerte campaña que hay en los envases hace algunos años, ahora la medida busca establecer una cajetilla única y además, todos los saborizantes salen.
Ante esta medida, la British American Tobacco, que agrupa las marcas Kent, Lucky Strike, Dunhill, Pall Mall, Belmont y Hilton, anunció que "La Compañía ha tomado la decisión de comenzar el proceso de cierre de sus operaciones de tabaco en las regiones V, VI, VII y VIII, tan pronto esta legislación sea aprobada".
La iniciativa ha generado una dura controversia pese a que existe un amplio consenso en la importancia de contar con una legislación que favorezca ambientes libres de las toxinas del humo del tabaco y que desincentive el hábito de fumar, especialmente en menores de edad, pero ¿es necesario ser tan radicales con un elemento que realmente no es ilegal? ¿por qué no se hace con el alcohol algo de ese tipo, si las muertes por este consumo son mayores que el cigarrillo?
Se ha indicado que la partida de la tabacalera, podría generar un gran impacto fiscal, ya que de acuerdo a estimaciones preliminares, el efecto combinado de la prohibición de mentol y empaque genérico será de USD 400 millones de menor recaudación anual para el fisco, producto directo que estas exigencias tendrán en el ya creciente comercio ilegal de cigarrillos, el cual se ha cuadruplicado en los últimos años generando la aparición como nunca antes visto de mafias y crimen organizado.
Por otro lado, se están generando las condiciones para sacar del mercado el cigarrillo, pero por otro se está discutiendo el uso recreacional de la marihuana, que podría afectar el funcionamiento de las personas en sus trabajos, en las calles y por supuesto en las familias, debido al estado en que quedan quienes consumen, versus el cigarrillo que no genera un estado de pérdida de capacidades.
En un país democrático y abierto al mundo en materia de negocios, no se puede estar basando las políticas económicas en medidas restrictivas, ya que con ello lo único que se logrará es, desincentivar la inversión y junto con eso, el término de los jaguares de Latinoamérica podría quedar en la historia.