Tras la aprobación de la reforma al Código de Aguas, en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, medida que afecta a todos los regantes que tienen sus aguas debidamente regularizadas e inscritas, y también a todos quienes implementan riego en sus predios.
En esta línea, el agricultor local, presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío –Socabio- y del Consorcio Agrícola del Sur –CAS-, José Miguel Stegmeier, expuso las contradicciones que traería este proyecto para el Agro, tanto para la provincia como el país.
A ello, explicó que “principalmente, el hecho de precarizar la propiedad sobre los derechos históricos de aprovechamiento del agua para riego, se limita, sobre todo, si los actuales derechos quedan bajo la tutela de la nueva ley, la facultad, resguardada por la constitución, de usar, gozar y disponer del derecho de aprovechamiento a perpetuidad”.
El presidente de Socabio, agregó que una segunda contradicción es que con esta reforma, tendrían dos categorías de agricultores regantes; aquellos bajo el régimen antiguo, y los que requieren comenzar a regar con nuevas aguas, las cuales serían concesionadas por un plazo acotado. “Esta distorsión genera agricultores de primera y segunda clase en la disposición de agua para riego, afectando principalmente a las regiones del sur”, enfatizó Stegmeier.
PERJUICIOS SOCIALES
Consultado por los efectos sociales que esto traería a las comunidades agrícolas, el dirigente enfatizó que estos son –fundamentalmente- perjuicios económicos que se transforman después en daños sociales.
“Una reforma de esta naturaleza, sin duda, significará un detrimento patrimonial para el agricultor, ya que al precarizar la propiedad del agua y por estar esta indisolublemente ligada a la tierra afectará negativamente el valor de la hectárea de suelo”, manifestó Stegmeier.
Asimismo, advirtió que al no tener certeza en el largo plazo de la posesión del agua, se afecta agudamente todos los proyectos de inversión de largo plazo, principalmente en el ámbito frutícola. “Lo más grave de este proyecto es que trae consigo una expropiación encubierta de los derechos de aprovechamiento hídrico en poder de los agricultores”, sostuvo.
RUMBO EQUIVOCADO
También, entregó su opinión respecto a la aprobación de la reforma al Código de Aguas, sentenciando que esta iniciativa es una equivocación en la forma de enfrentar este tema, considerando que lo pertinente sería enfocarse más en una inversión pública en grandes obras de riego y en tecnificación del mismo a nivel predial, y no generar un enorme grado de incertidumbre al intentar debilitar la propiedad privada en Chile.
Asimismo, agregó que “necesitamos inversión en infraestructura de riego, partiendo por grandes embalses, esto de verdad resuelve la real problemática que existe hoy día, que es enfrentar sequías cada vez más prolongadas y un cambio climático que obliga a los agricultores del sur también a regar”.
De esta forma, José Miguel Stegmeier acentuó que les parece inconcebible que, además, este proyecto de ley sea en algunos aspectos inconstitucional, lo que derivará en aprobarse en recursos legales que -sin duda- se presentarán para revertir esto y, como tiene un carácter expropiatorio, el Estado se vería exigido a compensar debidamente a los propietarios de los derechos de aprovechamiento del agua, escenario extraordinariamente oneroso y que nuestro país no está en condiciones de enfrentar.
Finalmente, Stegmeier declaró que “si el enfoque fuera el lógico, es decir más inversión pública en al ámbito del riego, además de no generar esta incertidumbre, podríamos multiplicar por varias veces nuestras exportaciones agrícolas y por esa vía sí que beneficiaríamos a toda la población del país”.