Nuevamente el país retrocede en competitividad a nivel mundial

El país descendió del lugar 31 al 35, lo que implica el peor desempeño desde el año 2000 cuando el país ingresó a la medición. Por cuarto año consecutivo Chile retrocedió en el Índice de Competitividad Mundial que elabora el International Institute for Management Development de Suiza (IMD) en coordinación con el Departamento de Administración de la Universidad de Chile.

Sin embargo, Chile se mantuvo como el país como el mejor índice de competitividad de América Latina, seguido de México en el lugar 39 y Colombia en el 51.

El retroceso se explicó por un descenso en las categorías Desempeño Económico (baja del lugar 28 al 32), Eficiencia de Gobierno (cae del 21 al 26) y Eficiencia de Negocios (desciende del 30 al 35).

En tanto en la categoría Infraestructura el país subió del puesto 47 al 44, aunque el informe advierte que ésta se mantiene como un factor crítico.

Entre las debilidades del país el informe señala exportaciones poco diversificadas; alta concentración en socios comerciales; mala distribución del ingreso, alta tasa de contribución de los empleados en seguridad social; baja cohesión social; bajo nivel de productividad; bajo interés de las empresas en capacitación; bajo nivel de satisfacción de los consumidores; habilidades de lenguaje que no satisfacen las necesidad de las organizaciones; baja inversión en Investigación y Desarrollo; baja cobertura de asistencia médica.

En tanto entre las fortalezas destaca: altos flujos de inversión directa; baja amenaza para la reubicación de productos y servicios; impacto positivo de la política del Banco Central; atractiva sede para la inversión extranjera; bajo porcentaje de deuda de gobierno; bajo nivel de riesgo en el sistema financiero; positiva actitud hacia la globalización; una deuda corporativa que no restringe la competitividad de las empresas; inversión en telecomunicaciones.

Desafíos del país

Entre los desafíos para el país el informe menciona: diseñar e implementar un sistema educativo de clase mundial para todos los niveles de enseñanza; reforma de gobierno que reduzca la burocracia y promueva la eficiencia y descentralización; diseñar una matriz energética confiable y diversificada que equilibre crecimiento económico y preocupaciones medioambientales; integrar el diseño de una reforma laboral con un plan a largo plazo para promover la competitividad y promover la inversión en I+D a través de proyectos conjuntos con universidades, empresas y sector público.

El ranking mundial fue encabezado nuevamente por Estados Unidos como resultado de su fuerte eficiencia empresarial y del sector financiero, su impulso a la innovación y la eficacia de su infraestructura. Hong Kong subió del cuarto lugar al segundo, mientras que Singapur se mantuvo en el tercer puesto.

La lista de los top 10 la completan Suiza que cayó del segundo al cuarto lugar, Canadá (5), Luxemburgo (6) Noruega (7), Dinamarca (8), Suecia (9) y Alemania (10).