Desarrollo

Callejones da un paso histórico con inversión de $1.597 millones para transformar su vida rural

La localidad vitivinícola de San Rosendo fue seleccionada para el Programa de Pequeñas Localidades del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. La inversión se extenderá por cinco años y busca mejorar infraestructura, espacios públicos y servicios en beneficio de sus 505 habitantes.

San Rosendo , contexto
San Rosendo / FUENTE: contexto

La localidad de Callejones, en la comuna de San Rosendo, será parte del Programa de Pequeñas Localidades (PPL) del Ministerio de Vivienda y Urbanismo a partir de 2026, con una inversión que supera los $1.597 millones. El anuncio se realizó en una ceremonia encabezada por la subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta Poblete.

La autoridad destacó que este tipo de políticas buscan equilibrar el desarrollo en sectores que tradicionalmente han recibido menos inversión del Estado.

"Este es un programa donde se plasma la equidad territorial. Callejones tendrá un acompañamiento durante cinco años, con una inversión histórica que reconocerá su vocación productiva y permitirá avanzar en equipamiento, infraestructura y espacio público", aseguró.

UNA LOCALIDAD CON IDENTIDAD Y TRADICIONES VIVAS

Callejones no es una comunidad cualquiera. Con apenas 505 habitantes, esta localidad se ha ganado un lugar en la historia gracias a sus viñedos de la cepa Malbec, reconocidos como los más antiguos de Sudamérica.

Además de su riqueza productiva, mantiene vivas sus tradiciones culturales, con celebraciones como la fiesta de la vendimia, la trilla a yegua suelta y la fiesta de la esquila, que fortalecen la identidad local y atraen visitantes cada año.

Para Ximena Contreras, presidenta de la Junta de Vecinos, la noticia fue una verdadera sorpresa. "Recién la semana pasada nos enteramos de lo que significa este programa. Lo encontramos fabuloso, una excelente noticia para todos. Los vecinos aún no lo asimilan, pero sabemos que cambiará nuestra forma de vivir en la localidad", expresó.

MEJOR INFRAESTRUCTURA Y TURISMO RURAL

El Programa de Pequeñas Localidades no solo permitirá mejorar espacios públicos, sino que también contempla la construcción de equipamientos comunitarios, la potenciación del turismo rural y el fortalecimiento de los servicios públicos locales. Todo esto, con el objetivo de entregar a los habitantes de Callejones las mismas oportunidades de desarrollo que se encuentran en zonas urbanas.

"Estamos muy contentos porque creemos que esta política pública logra lo que siempre hemos querido: que el desarrollo no se quede en las grandes ciudades, sino que llegue también a los sectores rurales. Callejones, con su tradición viñatera y cultural, es un ejemplo de identidad y pertenencia que ahora se verá reforzado", afirmó el delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco.

En la misma línea, la seremi de Vivienda y Urbanismo, Claudia Toledo, recalcó que el programa "representa una verdadera oportunidad para fortalecer el tejido social y económico de nuestras comunidades más pequeñas. Con Callejones avanzamos hacia un futuro más equitativo y sustentable".

UN TRABAJO A CINCO AÑOS

El alcalde de San Rosendo, Rabindranath Acuña, valoró el impacto que tendrá este proceso en el largo plazo. "Esto implica un trabajo de cinco años en el que se definirán las inversiones más urgentes, siempre de la mano con la comunidad. No solo se trata de infraestructura, también vamos a reforzar la identidad, la producción y la vida comunitaria. Esa es la base de un verdadero desarrollo rural".

La apuesta no es menor. La localidad, rodeada de montañas y ríos, con casas de adobe y tejas que hablan de su historia, tiene un enorme potencial turístico y cultural.

Desde su creación en 2020, el Programa de Pequeñas Localidades ha intervenido en diferentes comunas del Biobío, siempre con el mismo espíritu de reducir las brechas de desigualdad entre el mundo urbano y rural.

En palabras de los propios vecinos, este anuncio marca un antes y un después. No se trata únicamente de calles pavimentadas o nuevas plazas, sino de la posibilidad de que las generaciones futuras puedan crecer en un lugar con mejores servicios, con mayor conectividad y con un desarrollo que respete sus tradiciones.




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