Desarrollo

Seis perspectivas sobre la creación de la Junta de Vigilancia del río Biobío

La idea es conciliar de manera armónica los distintos intereses sobre el recurso, como el de generación de las centrales hidroeléctricas; los de riego, de las organizaciones de canalistas; los de provisión de agua potable en las empresas sanitarias, de sus requerimientos para procesos en las empresas y fábricas, entre otras.

91, río Biobío frente a San Carlos de Purén,
91, río Biobío frente a San Carlos de Purén / FUENTE:

Había unanimidad. La ceremonia realizada ayer en el Club Siete Ríos, bajo la persistente lluvia del último día de septiembre, era un momento histórico para la provincia de Biobío.

Es que después de cuatro años de iniciadas las primeras conversaciones entre organizaciones de regantes, a la que se sumaron compañías de energía y empresas sanitarias, se lograba dar existencia legal a la Junta de Vigilancia del río Biobío, instancia donde participan todos los actores relacionados a este curso fluvial.

El río Biobío, con sus 380 kilómetros de extensión desde su nacimiento en los lagos Galletué e Icalma hasta su desembocadura en el océano Pacífico, es una de las cuencas hidrográficas más importantes del país.

Cerca de 2 millones de personas viven en el entorno de un curso fluvial que está cargado de historia desde los inicios de la conquista española. Sin embargo, en la actualidad, sus aguas alimentan las mayores represas de generación eléctrica. Miles de hectáreas son regadas gracias a su generoso caudal. Otras tantas personas viven debido a la actividad turística que gira en torno a sus orillas. Cientos de miles se proveen del agua potable que proporcionan las empresas sanitarias.

La idea de la Junta de Vigilancia es armonizar esos intereses, más aún cuando el escenario futuro advierte de una carencia del recurso hídrico debido al cambio climático.

Juan Vallejos, presidente de la Junta de Vigilancia del río Biobío

Son tres a cuatro años de trabajo que puede sonar mucho pero es un tiempo breve para la conformación de una junta de estas características. La Junta de Vigilancia del río Biobío está anclada en la cuenca más importante del país y está llamada a ser un referente en la gestión de los recursos hídricos, básicamente por la aspiración de sus integrantes, de sus representantes y directores.

Tenemos muchas aspiraciones, estamos muy contentos y esperamos podernos a trabajar a la brevedad en la gestión de los recursos hídricos de la cueca.

Hoy se acaban los trámites de constitución de la junta y, por lo  tanto, hoy nace la organización con personalidad jurídica. Lo que viene ahora es trabajara. Tenemos un plan estratégico de desarrollo, en que uno de los principales desafíos es generar información y disponerla de tal manera que nos entregue conocimientos para tomar decisiones acertadas sobre el uso de las aguas.

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Rodrigo Díaz, gobernador regional del Biobío

Hemos logrado llegar a un día crucial donde se establece una junta de vigilancia, es decir, donde todos los usuarios del río Biobío van a tener que convivir y administrar en conjunto con la única finalidad de asegurar el agua para todos los usos que se necesitan: agua para el consumo humano, el riego en la agricultura, el turismo y las industrias.

Asegurar la gestión del agua del río es vital. No tenemos un problema de escasez de agua, como sucede en países desérticos pero sí tenemos una alteración significativa que ha cambiado la forma en que hemos usado el recurso. Por lo tanto, la gestión es clave para seguir contando con el vital elemento. Es un paso de madurez que celebro.

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James Lee Stancampiano, gerente general de Enel Generación Chile

Estamos muy contentos de celebrar este hito. Todos los actores del agua en la región se pueden unir en un convenio con una mirada de largo plazo, en un momento tan complejo no solo a nivel país sino que en el mundo por el cambio climático. Esto permitirá una visión más estructurada para un uso más sostenible del agua.

Para Enel, significa una modulación distinta del agua, significa usarla en la hora del día cuando es más oportuna, según la matriz energética del país. Poder modular el agua de los embalses que tenemos con un mayor aprovechamiento cuando no es la hora solar, es un beneficio para todos. Además, es un diálogo constante es la única herramienta para avanzar todos juntos con todo esto del cambio climático.

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Cristian Vergara, gerente general de Essbío

Vicepresidente de la Junta de Vigilancia del Biobío

Es una tremenda noticia porque, en el fondo, significa que tener una administración del río Biobío a donde se podrá acudir cuando se necesite priorizar el consumo humano. También, en la forma, porque esta junta de vigilancia se constituyó de manera voluntaria, donde todos los usuarios del río Biobío concurrieron. Ese hecho es muy relevante porque, a través de los acuerdos, estamos llegando a la administración del río Biobío, uno de los más importantes, buscando de manera mancomunada el destino de los recursos hídricos en el largo plazo.

Uno de los principios en la junta de vigilancia es la sostenibilidad del recurso hídrico y ese es uno de los deberes que tenemos que velar, no solo en la calidad, sino en la calidad y los ecosistemas que conviven en el río Biobío.

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Patricio Khun, delegado presidencial regional

La creación de la junta de vigilancia es de la mayor importancia. Sabemos que la cuenca hidrográfica del río Biobío es una de las más importantes y, por lo tanto, la existencia de esta junta de vigilancia permite asegurar de mejor manera el aprovechamiento del recurso hídrico. Sabemos que hay un efecto indudable por el cambio climático y la sequía muy prolongada, así que lo que ahora se hace es un gran paso. El trabajo coordinado de todas las entidades que participan en la Junta de Vigilancia va a permitir un mejor uso del recurso y eso va beneficiar a nuestra región y a otras.

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Nivaldo Piñaleo, alcalde de Alto Biobío

Agradezco la invitación para conocer este tema, a las personas y sus dirigentes. La invitación es a que conozcan el Alto Biobío, es un territorio donde hay pehuenches que están vivos y que necesitan conversar para estar en igualdad de condiciones. Eso se regula a través de una buena conversación. Esa oportunidad ha faltado en todos los representantes que están acá para hacerlo en Alto Biobío. El río Biobío pasa por las comunidades pehuenches, parta nosotros, el agua es sagrada, un bien espiritual, no para mezquinarla, sino para compartirla. En eso faltó la consideración hacia las comunidades que también debieran tener derechos de agua. Faltó esa invitación inicial, esa mirada más a largo plazo para considerar a las comunidades que existen y esas son las desigualdades que reclama el pueblo mapuche ya que en muchas determinaciones y decisiones, se deja de lado a las comunidades indígenas.

Esa es mi postura como pehuenche y como autoridad comunal. El mundo ha cambiado, hoy día estamos más preparados y también estamos dispuestos a poner nuestras temas y problemas sobre la mesa y eso debiera ser compartido, a conocernos y que no nos vean como una piedra de tope, sino que, todo lo contrario, que seamos vistos como un aporte al país.

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