Biblioteca municipal: donde los libros e internet conviven amistosamente

Al ingresar a la biblioteca municipal de Los Ángeles inmediatamente cambia la percepción del espacio, es ingresar a una casa antigua llena de libros a cargo de un personal sonriente que está atento a todas las consultas. Lo mismo al conversar con la bibliotecóloga a cargo del recinto, Ema Pantoja, quien en todo momento se muestra dispuesta a ayudar y está muy conectada con su alrededor. Claramente, la biblioteca rotulada con el número 292 rompe los estereotipos.

“A pesar que estamos en un lugar que está acondicionado para que funcionamos acá, al entrar te das cuenta que el espacio es muy acogedor y los usuarios no dejan en ningún momento de tener importancia para nosotros”, comenta Pantoja.

Respecto a la vigencia del servicio “todo el tiempo nos hacen la pregunta ¿alguien todavía pide un libro en este tiempo en que todo está en la red? y yo les respondo lo siguiente: siempre tenemos lectores, nunca hemos dejado de tener usuarios, es más nuestra colección está moderna y muy entretenida”, afirma la profesional.

Asimismo, emplaza entre risueña y seria “se sorprenderían de la cantidad de jóvenes que vienen a pedir los best seller de estreno de las sagas de vampiros, hombres lobo y otras temáticas de amor, lo que nos da gusto ver su interés en nuestra colección”.

UN POCO DE HISTORIA  

Tras fallecer el ilustre angelino Roberto Espinoza, el 23 abril de 1931 se da a conocer en la ciudad que en el testamento dejado por el insigne establece como única heredera de todos sus bienes, a la ciudad de Los Ángeles, con el objetivo específico de crear una biblioteca abierta a toda la comunidad. De ahí su nombre.

Siempre funcionó en el edificio ubicado entre las calles Caupolicán esquina Colón.

Fue Alicia Rozas Norambuena quien introdujo el primer gran cambio aumentando la superficie de la sala y también fue quien firmó comodato con la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, pasando a ser la Biblioteca Pública Nº 292 “Roberto Espinoza”. Desde el año 1988 asume la dirección de la biblioteca la actual bibliotecóloga, Ema Pantoja Montecinos.

CAMBIO DE CASA

Luego del terremoto que asoló a gran parte del país en 2010, la biblioteca cambió de dirección y comenzó a funcionar en su actual casa, O'Higgins 170 frente al cuartel de la PDI, manifiesta Pantoja “estamos acá a la espera de que termine la construcción del Centro Cultural, ya que ahí tenemos un espacio”.

A pesar de lo indicado por la profesional, desde la ex-Dibam organismo que ejerce la normativa de los espacios de este tipo, se da a entender que la biblioteca necesita un espacio más exclusivo y acorde a la cantidad de habitantes.   

LA TERCERA EDAD ESCRIBE

Uno de los temas que más enorgullece a Pantoja es los talleres de poesía que allí se realizan “nunca nos hemos dejado de reunir, aquí en la biblioteca todos los miércoles fluctúa entre 5 a 15 personas. Han habido hasta dos grupos que finalmente se fusionaron en uno sólo y es el que actualmente funciona”. Aquí se detuvo la conversación que se remontó al inicio de los talleres, relatando los ciclos que se han vivido “tenemos adultos mayores que han descubierto hace muy poco su pasión por las letras, por la poesía, todos destacan en su perseverancia”.

Todos los años se han realizado publicaciones anuales con los trabajos de los escritores, impresos que han evolucionado desde fotocopias anilladas hasta libros perfectamente empastados, con mensajes de poetas tan afamados como Rafael Rubio.

Ema afirma que ha llegado hasta realizar clases de escritura de poemas a un solo niño “me encanta apoyar las iniciativas y el talento en cualquier edad, la idea es que acá en nuestra biblioteca encuentren los apoyos necesarios para desarrollar la escritura” aunque ya de ese caso ha pasado mucho tiempo, la bibliotecaria aseveró que actualmente los talleres tienen varios alumnos interesados.

Es así como la profesional invitó a visitar la biblioteca, utilizar sus servicios, que además son gratuitos “las puertas de nuestra sala están abiertas para todos los habitantes de la ciudad, y también para aquellos que están de paso. El servicio de préstamo en sala funciona perfectamente y nos destacamos en ello. Los computadores están perfectamente equipados para incluso imprimir hasta un máximo de 10 hojas en forma gratuita, además nuestro personal los guiará y responderá sus dudas con toda la amabilidad y conocimiento que poseen”.