El pasado sábado 1 de noviembre, en el Centro Nacional de Entrenamiento Olímpico de Ñuñoa, en Santiago, se vivió una jornada cargada de emoción y talento con la Gran Final Nacional de Tenis de Mesa, instancia que reunió a los mejores exponentes del país, representantes de las cuatro zonas que integran la Federación Chilena de Tenis de Mesa.
Hasta allí llegó la delegación del Centro de Alto Rendimiento Luna, con la ilusión de dejar su huella en la competencia más importante del año. Y lo lograron. La joven Ignacia Jiménez se coronó campeona nacional de la categoría U15 damas, luego de una vibrante final frente a su compañera de equipo María Jesús Oñate, quien obtuvo un valioso segundo lugar.
Este triunfo consolida a Ignacia como campeona absoluta de la categoría, tras haber conquistado el primer lugar en todas las competencias federadas del año: tres zonales, dos interzonales, un gran zonal y ahora la final nacional. Ambas deportistas representaron con orgullo a la Asociación Team Los Ángeles y al CAR Luna, bajo la dirección técnica del angelino Alex Luna, quien destacó que los resultados son "el fruto del trabajo diario, la disciplina y la pasión que las jugadoras han demostrado durante toda la temporada".
LA VOZ DE LAS PROTAGONISTAS
Emocionada, Ignacia Jiménez expresó a La Tribuna: "Me encuentro muy feliz de cerrar el año de esta forma. Ha sido un año donde he logrado superarme a mí misma. Estoy totalmente agradecida de mi técnico Alex Luna, mis padres y mis compañeros por su apoyo incondicional".
Por su parte, María Jesús Oñate también compartió su alegría por el resultado obtenido: "Llegué al torneo sin grandes expectativas y solo a dar lo mejor de mí. Pero punto a punto, set a set, mi técnico me fue convenciendo de que podíamos ir por algo más. Todo se concretó cuando logramos llegar a una impensada final".
La joven aprovechó la instancia para agradecer el apoyo de su familia, de su técnico y, especialmente, de su hermano Éric, "que siempre ha estado conmigo en cada paso", dijo.
Finalmente, el entrenador Alex Luna cerró la jornada con palabras llenas de orgullo hacia sus pupilas: "Este es el resultado de la constancia y responsabilidad de ellas. Seguiremos trabajando para seguir dando alegrías a la ciudad, en esta disciplina deportiva que tanto amamos".
Si bien el año aún no termina, el CAR-Luna saca cuentas alegres y se queda con la satisfacción de que lo trabajado en el año está dando sus frutos deportivos.
