Bajo los cielos nublados de Santiago y frente al Palacio de La Moneda, que fue el punto de largada y meta, se realizó la tradicional Maratón de Santiago, que tuvo al chileno Carlos Díaz como su principal protagonista.
Fueron más de 30 mil los corredores participantes. Aunque la mayor parte correspondió a connacionales, destacó la participación de cerca de mil 500 atletas internacionales.
Esta vez no fue un keniano quien cruzó la meta en primer lugar, como era común en ediciones anteriores, sino que un chileno, Carlos Díaz, quien se alzó como el gran triunfador de la jornada. Se impuso en los 42 kilómetros con un tiempo de dos horas, nueve minutos y 50 segundos, acumulando una gran distancia respecto de sus máximos perseguidores, los keniatas Wesly Ledama y Luke Kibet, quienes ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente.
Tras llegar exhausto a la meta, el ganador señaló en la transmisión oficial que su resultado no solo es fruto de tres meses de intensa preparación, sino que de toda una vida de dedicación a aquello que más le apasiona.
En los 21K, en tanto, celebró Matías Silva con un tiempo de una hora, tres minutos y 30 segundos. Le siguió Hugo Catrileo, con una hora, cuatro minutos y 34 segundos.
En los 10K, en tanto, el más rápido fue Diego Uribe, con 28 minutos y 37 segundos.
En la categoría femenina, la atleta peruana Jovana de la Cruz fue la vencedora de los 42K.
ANGELINA ENTRE LAS MEJORES
La principal representante de Los Ángeles y la región del Biobío fue, una vez más, la maratonista Johanna Rivas Pacheco, quien demostró que sigue más vigente que nunca al ubicarse dentro de las tres primeras chilenas en cruzar la meta en Santiago.
La angelina ya había alcanzado una hazaña similar, cuando se convirtió en la mejor chilena del Maratón de Santiago de 2023 y se quedó con el segundo lugar en la general, por detrás de la keniana Salina Jebet Kosgei.
El pasado domingo, la deportista llegó a la meta y cumplió con su objetivo de estar en los lugares de avanzada y, junto con ello, de ganar el premio "Erika Olivera".
El citado reconocimiento fue creado hace ocho años bajo el objetivo de destacar y premiar a los mejores atletas chilenos en competencia. Los tres primeros connacionales en cruzar la meta, ya sea en la categoría masculina como femenina, reciben un incentivo económico sin precedentes: $5 millones para el primer lugar, $2 millones 500 mil para el segundo y $1 millón 500 mil para el tercero.
Así, la iniciativa busca no solo premiar el esfuerzo y talento nacional, sino también fortalecer el atletismo como disciplina clave del alto rendimiento chileno. En particular, Johanna Rivas se lo ha sabido ganar.
