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La Tribuna

Pareja angelina logró completar el triatlón de 70.3 millas en Cartagena

por Gonzalo Meller

Con una incipiente experiencia, pero un sólido espíritu competitivo, los compañeros de aventuras llevaron la tricota de Los Ángeles al extranjero.

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Los aventureros angelinos Roberto Valenzuela y Maribel Briones arribaron por primera vez a una de las competencias más demandantes de triatlón en la distancia 70.3 millas (algo así como 113 kilómetros) del Iron Man 70.3 Allianz que se realizó en Cartagena de Indias, la reina de la costa caribeña.

Ambos atletas poseían experiencia en carreras largas de alto impacto, como el mountain bike y artes marciales, pero no en triatlón de alta categoría, debido a que su registro de la distancia más larga que han enfrentado se encuentra en el Iron Man 1/4.

Previo a la cita en Cartagena, la pareja preparó una logística especial junto al plan de alimentación riguroso, que tuvo la finalidad de hacer diferencia para completar esta gran prueba realizando una carrera tranquila evitando impases, ya que son más de 100 km, 2km de natación, 90 km de ciclismo y 21 km de running lo que debieron sortear.

Cuando se encontraron en óptimas condiciones, los aventureros emprendieron un largo viaje desde el sur de Chile hasta Cartagena. Donde Maribel aseguró que pisando el país caribeño se dieron cuenta inmediatamente con el impacto del calor que enfrentarían uno de los desafíos más difíciles de sus vidas.

“A los 5 minutos teníamos toda la ropa mojada, había 94 por ciento de humedad casi todos los días y una máxima de 33 grados, pero ojo la mínima era un par de grados menos. El calor no daba tregua“, afirmó.

CONTRA EL HOSTIL CLIMA DE LA COSTA CARIBEÑA

En la ciudad, los atletas comenzaron a practicar natación y trote adaptándose al calor probando las bicicletas.

También, su régimen alimenticio siguió en marcha e intentaron dormir, pero las ansias de la gran prueba de triatlón no hicieron conciliar el sueño a la pareja.

Posteriormente, arribaron al parque donde junto a los otros competidores hicieron los preparativos revisando los últimos detalles de sus bicicletas y fue en ese instante que la prueba se tornó compleja.

Maribel comentó que la bicicleta de Roberto tenía una rueda sin aire. “Resultó que de tanto calor, las ruedas perdían aire. Al menos no era pinchazo, pero debió pasar por la revisión del mecánico y durante la ruta debió parar nuevamente a inflar”, comentó.

A lo que agregó “el animador que estaba en el parque anunció los minutos que faltaban para que terminara el proceso, lo que resultó particularmente angustiante”.

De todas formas, las largadas comenzaron y los tenaces competidores se agruparon por “olas” según categoría.

Ella en la sexta y Roberto en la penúltima, por lo que este largaría alrededor de una hora después.

Un comienzo positivo tuvieron los aventureros al enfrentar la prueba del agua – 30° de temperatura- y no sentir el impacto de las frías aguas del sur de Chile.

En cuanto a la carrera, Maribel comentó que para su sorpresa tuvo que nadar 2.770 en vez de 1.900 de los que tenía previsto, “Debo haber llevado unos 2.400 metros y el agua me sofocaba. Ese mismo agrado de nadar en agua tibia al principio, ahora hacía que me sintiera parte de una sopa. Había gente que lloraba abrazada a la boyas”, afirmó.

Enfrentando la situación adversa, los deportistas con espíritu de cuerpo, no bajaron el ritmo y salieron del agua para afrontar la prueba del ciclismo.

En esta mantuvieron un ritmo cómodo, mentalizados en todo momento que debían afrontar la última prueba de trote bajo un sol despiadado.

Se bajaron de la bicicleta y con toda la energía, piernas relajadas, estómago firme, hidratados y contentos cerraron el Iron Man con el pedestrismo.

El calor siguió sin dar tregua, Briones comentó que la temperatura fue tan intensa que a la hora de trote “era como estar dentro de un horno, yo miraba a la gente que iba a animar a los competidores y estaban sentados a la sombra y sufriendo de calor, tirándose agua encima y eso no me alentaba”.

La pareja sorteó la ruta por los adoquines junto a un terreno irregular, sobre la muralla de Cartagena que poseía una baldosa blanca especial para reflejar el calor. Tras los 21 kilómetros los atletas angelinos que llevaron la tricota de la provincia de Biobío a Colombia, finalizaron la competencia entre gente tirada en el suelo deshidratada y agonizante que formó parte del selecto grupo que concretó la prueba donde participaron más de 2000 triatletas.

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