Rufino Iturrate, impulsor del polo en la provincia y el país fue despedido masivamente

En la tarde del miércoles aproximadamente a las 15:00 horas se realizó el funeral de Rufino Iturrate, quien falleció a los 83 años a causa de un cáncer siendo una reconocida figura del polo a nivel nacional e internacional, además de impulsor del deporte ecuestre en la provincia de Biobío.

La ceremonia solemne se llevó a cabo en la capilla del Liceo Alemán del Verbo Divino y contó con la asistencia de aproximadamente 400 personas, quienes a pesar de la intensa lluvia fueron a entregar sus condolencias a la familia, despidiendo con respeto la gran figura que representó Rufino Iturrate.

Dentro de los asistentes se encontraron  representantes militares, del Club de Rodeo Los Ángeles y el Club de Polo Los Ángeles entre otros.

En el funeral se destacó la influencia de Rufino en la ciudad, especialmente con el Destacamento de Montaña N°17.

Por otra parte, sus familiares leyeron cartas que relataron su hermosa relación y cariño recíproco, además sus amigos que no pudieron asistir enviaron palabras emotivas que fueron leídas para el público haciendo hincapié en la gran calidad de jinete y jugador de polo que fue Rufino.

Cabe destacar que dentro de los asistentes, se encontraron distintos jugadores de Polo que aprendieron sobre la disciplina, sumado a los jinetes que practicaron rodeo con él. Ambas partes aseguraron que su legado perdurará con el tiempo e influenciará nuevas generaciones de jinetes.

UN LEGADO DEPORTIVO QUE PERDURARÁ

Su hijo, José Antonio Iturrate, jugador de polo profesional que ostenta distintos títulos a nivel nacional e internacional comentó que “él fue el más grande de todos, propulsor no solamente del polo angelino, sino de todo Chile. Mi padre fue sin duda la persona que le enseñó a la mayor cantidad de jugadores de polo en el país, además de enseñar en el extranjero”.

Asimismo, destacó que su padre influenció a muchos deportistas para que practicasen deporte con la humildad que le caracterizó.

"Grandes jugadores salieron gracias a él, así que siempre recordaré su intención de ayudar y de enseñar a todo el mundo, fuera quien fuera, sin pedir nada a cambio. Su legado fue de generosidad", afirmó.

Uno de sus amigos con el que practicó deporte desde joven, Enrique Jequier, comentó que “lo recordaré con mucho cariño, después de tantos años de amistad y compartir juntos en el hogar de él o mío. Será un amigo que voy a echar mucho de menos, ya que  con él jugamos polo juntos años atrás, en el rodeo”.

Agregando que “fueron más de 50 años de amistad”.

Uno de sus aprendices, Pablo Jara, aseguró que dejó de jugar polo hace tiempo, pero recordó a “Don Rufo” como una gran autoridad del deporte ecuestre.

“Don Rufo me enseñó a mí junto a mis amigos y a otros. La familia de los caballos es muy grande y así como el polo, el rodeo, la equitación, fueron deportes que él amaba, así que le doy las gracias por traspasar ese amor a otros”, afirmó.

Dentro de las jóvenes promesas del polo, Ignacio Grez, dijo que “él impulsó el polo acá en Los Ángeles, además la cancha de polo la montó él. Yo soy nieto, y fue él quien enseñó a todos los primos a andar a caballo influenciando el polo y la relación con los caballos”.

Por último, el presidente del Club de Rodeo Los Ángeles, Andrés Ruiz-Tagle, aseguró que su legado lo forjó a través de la experiencia destacando que su fallecimiento se resentirá en todo el mundo ecuestre. “Él dejó un tremendo legado porque participó muchos años en el rodeo, esta es una pérdida tanto para el polo como para el rodeo”, puntualizó.