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La mascota: Otro buen aliado para el ejercicio

No son pocos los que salen a ejercitarse con uno de los integrantes más especiales de la familia, pero es necesario conocer cómo hacerlo y saber los límites de este.

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Actualmente las mascotas, en especial los perros, tienen una gran importancia como pilares de las familias. Se necesita ejercicio regular para estar saludable, y el perro también, así que ¿por qué no se ejercitan juntos? Se podría descubrir que Fido, Rufus o Pluto es el compañero de ejercicios más entusiasta y confiable que jamás se haya tenido. Sin embargo, al establecer una rutina de ejercicios para ambos, es importante recordar que el compañero canino no puede decir "Ya fue suficiente", "No puedo seguirte el ritmo" o "No me siento bien". Entonces, además de saber cómo ejercitarte con tu perro, también tienes que aprender a identificar las señales de que te estás excediendo.

Método 1

Hacer ejercicio de forma segura e inteligente

Evaluar el nivel de forma física de ambos. La capacidad de la mascota para realizar los mismos ejercicios que la persona, dependerá de su nivel de forma física. Si no está muy en forma, se tendrá que adaptar el ejercicio para ayudarlo a mejorar y, si tiene problemas de salud, es importante hablar con el veterinario sobre las dificultades que el perro o mascota en general podría tener para hacer ejercicio. De hecho, es recomendable que el veterinario le haga un chequeo completo al animal antes de empezar cualquier régimen de ejercicios.

Antes de correr, el perro debe poder caminar de 30 a 60 minutos sin cansarse. Un animal que no pueda hacerlo tendrá que concentrarse primero en mejorar esta base.

Un perro en forma, a la larga debe poder correr alrededor de 5 km con alguien, incrementándolos gradualmente hasta llegar a 10 km. Si quieres llegar más allá de esto, habla con tu veterinario.

No se debe olvidar hablar con el propio doctor sobre empezar un régimen de ejercicios, sobre todo si se tiene un estilo de vida sedentario, o problemas subyacentes de salud o lesiones.

Además, es necesario elegir el momento adecuado del día para ejercitarse. Los perros jadean para liberar calor, lo cual limita su capacidad para enfriarse en comparación con el sudor en un ser humano. Por tanto, limita el tiempo de ejercicio a los momentos más frescos del día, ya sea temprano por la mañana o hacia el final de la tarde. Esto también será mejor para la persona, porque ayudará a evitar el calor y los rayos ultravioleta del sol cuando esté en su punto más caluroso, y podría adaptarse mejor al horario.

Siempre debes prestar atención a las señales de sobrecalentamiento o incluso de golpe de calor en tu perro. Puedes encontrar más información aquí.

SOCIALIZA ADECUADAMENTE A TU PERRO

Lo último que alguien quiere es que el animal, se pelee con otro perro mientras estén haciendo ejercicio lejos de casa.

Se debe asegurar de que ignorará a los demás perros o se comportará de forma civilizada en presencia de ellos.

Asimismo, es importante saber actuar ante situaciones de posibles enfrentamientos con otros perros y también de poder manejar adecuadamente a la mascota con la que se va.

 

ENSEÑARLE AL PERRO A SEGUIR A SU AMO

Por lo anterior mencionado, se debe enseñar al perro a seguir a su compañero. La única forma en la que se podrá lograr una rutina de ejercicios efectiva con el animal es si él está en sincronía con los movimientos del cuerpo.

Enseñarle a la orden básica "sígueme" permitirá mantenerlo bajo control mientras esté atado a la correa o sin ella. Se debe colocar la correa al perro y hacer que se pare junto a tu pierna izquierda mientras ambos miran en la misma dirección.

Se puede llevar una bolsa con pequeñas golosinas ya que se recompensará al perro con frecuencia.

Di el nombre de tu perro, haz contacto visual con él y avanza dos pasos. Si tu perro camina junto a ti, recompénsalo con una golosina. Si no te sigue, retrocede y repite este paso hasta que camine junto a ti.

Los dos pasos anteriores se deben repetir varias veces hasta que el hecho de que el perro siga a la persona, se le vuelva instintivo.

Se puede incrementar la cantidad de pasos a cuatro y luego a seis, recompensando a tu perro cada vez.

Si el perro se aburre o se queda atrás, se debe tomar un descanso.

Sin embargo, si continúa con este comportamiento, se debe decir "Ah-ah" y su nombre para volver a captar su atención. Tras ello se debe regresar a los pasos básicos y luego recompensarlo.

Practicar lo más posible es importante, ojalá dos veces al día es ideal.

CALENTAR CON EL PERRO ANTES DE EJERCITARSE

Aunque algunos expertos dudan de la necesidad de que el perro caliente, considera su personalidad individual y su nivel de forma física. Si tiene algunos kilos de más, tiene problemas en las articulaciones o ya está entrado en años, no sería mala idea hacer que caliente un poco mientras la persona está estirando. Estos son algunos métodos fáciles de calentamiento que puedes probar:

Jugar durante unos minutos a lanzarle cosas para que las traiga. Dejar que libere un poco de esa energía reprimida lanzándole una pelota o un frisbee varias veces y dejando que corra tras ellos. Sin embargo, se debe hacer durante unos minutos para no agotarlo completamente. Es necesario tener en cuenta que jugar frisbee durante media hora en el parque puede funcionar como un ejercicio para ambos.

Probar un ritmo lento y pausado para calentar. Trabajar hasta llegar al ritmo de una caminata rápida empezando con una caminata casual. Esto también dará la oportunidad de practicar y reforzar la orden "sígueme" antes de salir.

CONOCER LAS SEÑALES DE EXCESO EN EL PERRO

Un perro que se divierte parecerá contento y alerta, no cansado ni inquieto. Sentarse o recostarse, quedarse atrás o simplemente detenerse son buenos indicadores de que tu perro ya tuvo suficiente. No se debe malinterpretar estas señales como testarudez en el contexto de las rutinas de ejercicios. Además, se debe tomar en serio cualquier señal de cojera, y un veterinario debe revisarla lo más pronto posible.