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Este edificio no solo resguardó la memoria histórica de la comunidad, sino que también se convirtió en un punto de encuentro para generaciones de artistas, escritores y ciudadanos que encontraron en sus salones un espacio para la expresión cultural.
Sus muros fueron testigos de innumerables exposiciones, presentaciones teatrales y conciertos, acogieron con orgullo la evolución del arte local.
Sin embargo, el terremoto del 27 de febrero de 2010 no tuvo piedad con la estructura de la Casa de la Cultura.
A causa del movimiento telúrico, profundas grietas aparecieron en sus paredes, los techos sufrieron daños irreparables y el temor de un posible colapso puso en jaque su existencia.
Por esa razón, la Dirección de Obras Municipales la incluyó en un catastro de estructuras en riesgo y recomendó su demolición debido a los graves daños estructurales.
Con el paso de los meses, muchos edificios históricos del casco urbano fueron reducidos a escombros. Sin embargo, un grupo de ciudadanos conformados por artistas y gestores culturales, se negó a aceptar la pérdida de un espacio tan significativo.
Convencidos de que el antiguo Teatro Municipal de Los Ángeles podía ser restaurada, la organización "Salvemos Nuestra Casa de la Cultura" solicitó estudios estructurales independientes para intentar resucitar su legado de las ruinas.
"Cuando nos enteramos de la orden de demolición, inmediatamente nos organizamos y conseguimos estudios de ingeniería para demostrar que el edificio era recuperable", reveló Miguel Rivera, representante del grupo "Salvemos la Casa de la Cultura".
Los informes confirmaron que a pesar de los daños, el edificio era recuperable. Con estos documentos en mano, iniciaron una lucha para revocar la orden de demolición.
Mientras comunas vecinas como Nacimiento, Lota y Santa Juana lograron renovar sus espacios culturales, Los Ángeles parecía estancado en esta iniciativa, ya que la gestión se ha extendido por más de una década sin mayores avances.
En el segundo semestre del año pasado, una reunión con la consultora a cargo del proyecto marcó un punto de inflexión. Se confirmó que la estructura original podría ser restaurada y que el diseño del arquitecto del arquitecto angelino Nibaldo Álamos sería respetado.
A fines de 2024 se inició el proyecto por parte de la consultora, que lleva más de 15 años esperando ser restaurada.
Finalmente, en el Concejo Municipal de este martes y en una presentación posterior realizada en el Centro Cultural, la consultora presentó los planos arquitectónicos, incluyendo mejoras significativas al diseño original.
En cuanto a los plazos y etapas de desarrollo, Pérez Arriagada se pronunció poniendo mesura en la materialización de las obras: "El proyecto está en un proceso de consulta, todavía no hay nada definido en cuanto a la construcción de ningún espacio".
Los asistentes, en su mayoría artistas y gestores culturales, mostraron su aprobación, aunque con la precaución de quienes han aprendido a desconfiar de los plazos oficiales.
A pesar del avance, el camino hacia la restauración de la Casa de la Cultura sigue en la incertidumbre. El financiamiento, estimado en 2.500 a 3.000 millones de pesos, se debe buscar, lo cual anticipa un recorrido extenso hasta que el recinto vuelva a abrir sus puertas.
● Se considera la expansión del edificio con escaleras, ascensores, camarines, baños y un espacio para actividades al aire libre.
● Se incorporan áreas como cafetería, guardarropas y espacios para vendedores.
● Contempla administración, bodegas y baños públicos.
● Se añade una butaca especial en el segundo piso con vista al escenario.
● La ampliación respeta la capacidad original para 300 personas.
● Se mantiene la fachada, pintura y ventanas del edificio original.
● Se trabajará con ingenieros acústicos para optimizar la dispersión del sonido del teatro.
● Contará con un sistema de iluminación que resaltará la fachada patrimonial.
● Se implementará una estructura reforzada para garantizar la seguridad ante nuevos terremotos.
● Uso de alfombra y materiales acústicos en butacas y pavimentos.
● Se diseña un cielo falso para mejorar la acústica y aportar un efecto estético resaltando la identidad del espacio.
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