
Claudia Robles y Benjamín
Ahumada
prensa@latribuna.cl
El
reportaje publicado este lunes por La Tribuna sobre los efectos que podría
tener la guerra comercial entre China y Estados Unidos no dejó indiferente a
nadie en nuestra provincia.
Desde los pequeños comerciantes hasta la academia, pasando por el mundo
político, todos han manifestado su temor, pero a la vez han visto una forma de
crecer en medio de lo que podría ser una crisis.
Para la diputada de Johana Pérez, “es necesario urgentemente pasar de la
preocupación a la ocupación, pasando por una Corfo 2.0, con instrumento de
fomento reales que promuevan la inversión y por otro lado sostengan a la
empresas que pudieran entrar en crisis. Segundo una modificación a la
Superintendencia de Bancos y Banco Estado, que permitan un real acceso a
fórmulas crediticias distintas a las hoy existen con un banco verdaderamente
del Estado. Fin a la integración vertical de las grandes empresas que no
benefician ni fortalecen a las pymes que en definitiva son las más afectadas en
estas guerras comerciales. Por último revisar la ley de cooperativas y los
instrumentos ligados a ellas para el fortalecimiento, por ejemplo, de la
agroindustria y la pequeña empresa campesina o la pequeña empresa familiar
campesina”.

En tanto, su colega Cristóbal Urruticoechea dijo que “es evidente que esto es muy malo para el mundo, esto no es bueno para el mundo. Esto coarta muchas cosas para nuestro país, de nuestra región en su calidad agrícola, pero esto puede ser un indicador que de aquí a dos tres años más creo que China va a ser el primer sector para nuestros productos, es un pensamiento, pero lo creo”.

Mientras que para su colega Manuel Monsalve “es claro que la situación económica del país no es la que comprometió el Presidente Sebastián Piñera y todo indica que la situación económica mundial en lugar de resolverse se va a tender a profundizar, porque el aumento de aranceles que le ha puesto Estados Unidos a la importación de productos chinos, estos han contestado con una devaluación del yuan, que hace prever que la situación de la guerra comercial va agravarse y esto coloca en una situación compleja a Chile. Sin duda esto afecta a la provincia, porque somos exportadores de materias primas”.

Quien también respondió el llamado de La Tribuna, fue la consejera regional, Teresa Stark.
“Siempre que se producen problemas entre las grandes potencias mundiales, los precios lo pagan las economías emergentes y entre éstas se encuentra Chile. Para nuestro país, considero que esas consecuencias son de dulce y agraz. Dulce porque ello trae un alza desmesurada del precio del dólar y con ello se benefician especialmente el sector exportador entre los cuales están los productores del sector agroindustrial de nuestra provincia de Biobío como son los que cultivan arándanos, frutillas, frambuesas, espárragos, etcétera y por cierto el sector forestal y los productos de la madera pues el valor de retorno que ellos reciben es más alto”, puntualizó la consejera.
Pero la parte mala se daría, según Stark “puesto que una parte de los insumos que ellos tienen para producir están en aquellos que se importan y que también suben de precio, como es el caso de los combustibles, productos químicos, etcétera. En definitiva, también que ello signifique un desafío a nivel gubernamental para que se trabaje más fuertemente en pos de incrementar el comercio internacional y nuestras exportaciones en particular y para ello los tratados internacionales tienen mucho que decir”.

POSTERGAN ALZA DE ARANCELES
Mientras Estados Unidos anunció que retrasará parte de los aranceles a China hasta el 15 de diciembre, en Biobío hay preocupación por parte de sectores productivos, principalmente en los mercados ligados al rubro maderero y de las frutas, donde la región del Biobío lidera en materia de exportaciones.
En
paralelo, el gobierno de Donald Trump ayer anunció que resolvió retrasar parte
de la subida de aranceles del 10% a productos chinos, que tenían que entrar en
vigor el próximo 1 de septiembre, hasta el 15 de diciembre.
“Se ha determinado que los aranceles deben retrasarse hasta el 15 de
diciembre para ciertos artículos”, señaló la Oficina del Representante de
Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en sus siglas en inglés) en un
comunicado.
Frente a este tema, el académico de la carrera de Ingeniería Comercial de la
Universidad Santo Tomás, sede Los Ángeles, Manuel Chong Fuentes, afirmó que “la
guerra comercial entre China y Estados Unidos afecta a esos países en mayores
aranceles a importaciones, devaluación de moneda y bajas tasas de crecimiento;
mientras que demás naciones, como la nuestra, también se ven afectadas por esta
guerra”.

Agregó
que con datos del Banco Central de Chile “podemos observar que en el mes de
julio, se marcó el primer saldo negativo de la balanza comercial con 29
millones de dólares en déficit, esto se traduce en una reducción de 4,62% en
exportaciones y un aumento de las importaciones de un 0,48% a comparación del
año pasado. Esta temática llega afectar a las tasas de crecimiento de Chile, mientras
que en abril se pronosticaba un 3,4% de crecimiento por el FMI a final del
2019, ahora esta tasa ha bajado a un 3,2%”.
Sobre el impacto en la región del Biobío puntualizó que la balanza comercial chilena posiblemente se ve
afectada por la ralentización del crecimiento en China, pronosticada por el
FMI, “lo que a nivel local reduce las exportaciones de frutas dado que China es
el principal exportador de cerezas y arándanos producidos en la región del
Biobío. Sumado a esto existe otro factor, la disminución en precios de
exportación forestal por disputa comercial lo que reduce márgenes de
crecimiento”.
A nivel nacional se puede tomar medidas
para contrarrestar estos posibles escenarios, ante lo cual plantea tres
alternativas: mayor inversión de infraestructura, mejor conectividad a favor de
la producción local y políticas monetarias expansivas que estimulen la
inversión.