Descartan definitivamente primer caso de hanta en la provincia

La rápida e inesperada evolución clínica positiva respecto al primer caso de hantavirus confirmado en la región del Biobío el 25 de enero pasado por parte del Instituto de Salud Pública, correspondiente a un hombre de 37 años de la comuna de Laja, así como el hecho que el paciente contaba con un test rápido negativo previo, llevó a dicha entidad a repetir el proceso con fecha 31 de enero, para ambas muestras, por dos metodologías para la detección de hantavirus, dando en ambas resultados ELISA IgM Hantavirus negativo.

Al respecto, el seremi de Salud del Biobío, Héctor Muñoz, explicó que “esta muestra reevaluada no es usual, y a nivel referencial, constituye un 0.7% respecto a las muestras tomadas por ejemplo el 2018 en la región del Biobío”.

A ello agregó que “dicha reevaluación realizada por el ISP vuelve a situar a la región sin casos confirmados de hantavirus este 2019, lo que si bien es una buena noticia, no debe conducir a un relajo en las medidas de prevención por parte de la comunidad, sino que por el contrario, debe servir de advertencia respecto a la necesidad de asumir medidas de autocuidado, principalmente en las personas que viven, trabajan o vacacionan en sectores rurales”.

El año 2018, se tomó un total de 135 muestras en la región, 119 con resultado negativo y 12 positivo, además de 4 discordantes, que corresponden al Hospital Guillermo Grant Benavente y que de acuerdo a protocolo son enviadas al Instituto de Salud Pública para su descarte o confirmación.  

Es importante recordar que el Hospital Guillermo Grant Benavente es un centro confirmatorio para hanta, a diferencia del Complejo Asistencial Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles, que utiliza una técnica que debe ser confirmada posteriormente por el Instituto de Salud Pública.

En este sentido el llamado de la seremi de Salud es a realizar un adecuado manejo de basuras, guardar alimentos en envases herméticos y resistentes, no recolectar frutos silvestres que crecen a ras de suelo, en arbustos bajos o frutos caídos en el suelo; no caminar por senderos habilitados, no internarse en bosques densos o matorrales, recolectar leña en lugares ventilados, no usar como refugio establos, bodegas u otras construcciones que hayan permanecido cerradas por mucho tiempo, entre otras recomendaciones.