Un vecino de la Ruta Q-45, ubicada en un sector rural de Mulchén, volvió a denunciar un violento ataque contra su ganado, luego de que este fin de semana una de sus vacas apareciera muerta y completamente desollada dentro de su propio terreno.
Según relató, este no es un hecho aislado. Asegura que desde hace más de 15 años enfrenta robos y mutilaciones de animales, una situación que —dice— lo tiene agotado y con importantes pérdidas económicas.
Solo en lo que va de 2025, afirma que ya ha encontrado seis animales muertos y desmembrados en circunstancias similares.
Mientras recorría su predio, explicó que personas desconocidas han ingresado reiteradamente para atacar a sus vacas.
Contó que varias han sido halladas con cortes en los tendones, una práctica que, asegura, se ha repetido durante años y que deja a los animales inutilizados o directamente los lleva a la muerte.
Según su cálculo, la pérdida por cada animal dañado puede bordear el millón de pesos, considerando el peso, su valor y el tiempo invertido en criarlos.
"Me mataron varias, y otras me las dejaron listas para morir", dijo mientras mostraba recortes de prensa y registros donde consta que ya había denunciado estos hechos anteriormente.
Asegura que ha entregado antecedentes, fotografías y reportajes a distintas instituciones, pero que no ha visto avances reales.
El hombre también expresó preocupación por la seguridad de su familia, especialmente por su madre, quien vive con él.
Y aunque las pérdidas han sido significativas, debe seguir vendiendo su producción a bajo precio para mantenerse. "Me ofrecen 1.750 pesos por kilo... así no se puede", agregó con evidente frustración.
Además, asegura que producto de los reiterados casos de abigeato en la zona, varios productores del sector -conocidos de Henríquez- han desistido de seguir participando del negocio.