Un menor de 17 años permanece grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Dr. Víctor Ríos Ruiz tras haber sido atropellado este lunes en un paso peatonal de avenida Sor Vicenta. El caso ejemplifica la vulnerabilidad de quienes se desplazan a pie en ciudades que priorizan el automóvil por sobre las personas.
El accidente ocurrió cuando el adolescente cruzaba por el paso peatonal emplazado a la altura del 2320 de avenida Sor Vicenta y el conductor del vehículo no advirtió su presencia. La víctima fue diagnosticada con lesiones de carácter grave que lo mantienen internado.
MEDIDAS QUE NO SE HAN TOMADO
Para la directora del Centro Ciudad de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Beatriz Mella, los peatones siguen siendo los más expuestos y vulnerables a los problemas de seguridad vial en el país. Tanto así que un tercio de las muertes por accidentes de tránsito o fatalidades están centradas en los peatones.
En este sentido, agregó que existen distintas escalas en relación con cómo se debería abordar este problema.
La primera es posibilitando que las veredas y los cruces de peatones sean espacios seguros y que sean respetados por los automovilistas.
"Para eso hay una serie de medidas de diseño que se pueden implementar en estos cruces que aumentan la visibilidad de los peatones y también resguardan el espacio que ellos tienen para poder cruzar", explicó Mella.
Por otro lado, una herramienta clave para mejorar la seguridad vial es la fiscalización del comportamiento de los automovilistas mediante la inteligencia artificial, incluso en aquellas ocasiones en que se cometan infracciones que no siempre derivan en fatalidades, pero que igualmente ponen en riesgo a los peatones.
Según Beatriz Mella, hoy existen herramientas que permiten identificar fácilmente conductas imprudentes, como pasarse una luz roja o no respetar un paso peatonal.
"Esto es algo donde se podría avanzar para que los conductores sepan que están siendo monitoreados en torno a este tema y, también, poder encauzarlos en un manejo más responsable. Si eso no existe, los automovilistas van a seguir cometiendo infracciones que son imprudentes hacia los peatones", detalló la directora del Centro Ciudad de la UNAB.
Como tercer punto, Mella sostuvo que hace falta una visión a largo plazo en cuanto a poner al peatón en la cabeza de la pirámide.
La llamada pirámide invertida de la movilidad propone una jerarquía que sitúa a los peatones y a los modos de transporte más vulnerables en la cúspide de las prioridades urbanas. Esta visión reconoce que quienes se desplazan a pie, en coche infantil o en scooter requieren mayor protección dentro del espacio vial. En ese orden, les siguen los ciclistas, luego los usuarios del transporte público y, en último lugar, los automóviles particulares.
Para Beatriz Mella, adoptar este enfoque es clave para diseñar ciudades más seguras e inclusivas, donde el desarrollo urbano esté centrado en las personas y no en los vehículos.
"Si nosotros tenemos esa estrategia, esa conciencia y ese estar centrados en que eso es lo importante, también va a ser más fácil poder implementar estas políticas que son restrictivas para los automovilistas, o que de alguna manera resguardan la seguridad de los peatones, y favorecer también estas medidas del entorno construido que pueden ayudarlos a ello", detalló la experta.
EL ROL DEL DISEÑO
La directora del Centro Ciudad de la UNAB expresó, además, que se deben tener consideraciones al momento de responsabilizar a los peatones cuando estos no están cruzando por sectores habilitados para ello.
Este escenario "quiere decir que hay algo que no está funcionando bien en cómo se construyó ese paso para los peatones. Si tenemos —por ejemplo— una cuadra completa que está cercada para que los peatones no crucen, pero se genera la necesidad de cruzar y eso se repite una y otra vez, y es ahí donde se producen los accidentes o las fatalidades; quiere decir que es necesario un cambio en el diseño de ese cruce o el diseño de esa calle", explicó la experta.
Asimismo, Mella explicó que —en el caso de aquellas esquinas que son más accidentadas que otras, en términos de cantidad de accidentes que se producen— lo primero que hay que hacer es revisar qué es lo que está funcionando mal en términos del diseño del cruce de los peatones.
RESPONSABILIDAD DE LOS PEATONES
Beatriz Mella detalló que "nos falta una conciencia del rol que tenemos hacia el que es más vulnerable. Por ejemplo, como peatón, sin ningún tipo de otro modo de transporte asociado, somos sumamente responsables en las aceras donde tenemos mamás caminando con hijos o personas que son mayores o que tienen algún impedimento en la movilidad y pasamos por al lado de ellos y, en el fondo, hay una cierta conducta que sobrepasa esa vulnerabilidad del otro".
Lo mismo, agregó, ocurre con las bicicletas que transitan por las veredas; para Mella, el problema no es que circulen por ahí sino que radica en que pasan a llevar a los peatones y los autos que no respetan los pasos de peatones también están, de alguna manera, vulnerando ese espacio.
"En términos generales, creo que como sociedad nos falta esa conciencia de tener que proteger a quien está en una posición más débil. Eso se puede ver en muchos ámbitos distintos y el espacio de la calle no es la excepción", finalizó Mella.
