A pesar de la aplicación de multas y el cierre de funcionamiento, los casinos ilegales continúan operando en el centro de Los Ángeles, sin que tengan la autorización del municipio local.
La proliferación de estos establecimientos, conocidos como "casinos populares", se ha convertido en un problema persistente para las autoridades y una fuente de preocupación para la comunidad local, que advierte que dichos locales perjudican la armonía del centro de la ciudad.
La Ley N° 19.995 regula la operación de casinos en Chile y establece que cualquier sala de juegos de azar sin licencia es ilegal.
En 2019, la Contraloría General de la República dictaminó que los casinos de tragamonedas debían contar con un certificado de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) que acreditara que sus máquinas eran de destreza y no de azar.
Sin embargo, muchos locales no cumplieron con esta exigencia, lo que llevó a la municipalidad a no renovar sus patentes comerciales, dejándolos sin autorización para operar.
Pese a esto, los casinos ilegales han seguido funcionando, ignorando las medidas municipales.
En ese marco, según los operativos que se han llevado a cabo durante los últimos años, se han clausurado la gran mayoría de los 27 casinos existentes en la ciudad, sin embargo, hay algunos que impunemente han quitado los carteles de clausura y han continuado con su funcionamiento.
La Municipalidad de Los Ángeles, en coordinación con Carabineros y la Policía de Investigaciones, ha intensificado los operativos de fiscalización.
En los últimos meses, se han incautado más de 100 máquinas tragamonedas y se ha detenido a varios encargados de estos locales. Sin embargo, la reincidencia sigue siendo un problema.
El administrador municipal, Raúl Fuentes, enfatizó que la municipalidad ha realizado todas las acciones legales necesarias: "Están todas clausuradas, y no las hemos clausurado una vez, sino varias veces", señaló.
Fuentes también apuntó a problemas estructurales en la aplicación de la ley: "Es un problema de institucionalidad y también de la Fiscalía".
Según explicó, el caso ha cambiado de fiscal, por lo que el municipio ha debido presentar nuevamente todos los antecedentes con la esperanza de lograr un cierre definitivo.
El Código Penal chileno, en su artículo 270, establece que quienes rompan sellos de clausura impuestos por la autoridad pueden enfrentar reclusión menor en su grado mínimo y multas de hasta diez Unidades Tributarias Mensuales (UTM). No obstante, estas sanciones no han sido un disuasivo suficiente.
IMPACTO EN LA COMUNIDAD Y EL COMERCIO LOCAL
La Cámara de Comercio de Los Ángeles ha expresado su preocupación por la proliferación de estos casinos ilegales, señalando que generan competencia desleal y contribuyen a la inseguridad.
Además, algunos de estos locales estarían vinculados con actividades ilícitas como el lavado de dinero y el financiamiento de redes delictivas.
Desde el punto de vista social, la accesibilidad a estas máquinas ha sido criticada por facilitar la ludopatía, afectando especialmente a personas en situación de vulnerabilidad económica.
A pesar de los esfuerzos municipales y policiales, la persistencia de estos casinos ilegales evidencia la necesidad de una estrategia más efectiva y un marco legal más estricto para erradicar definitivamente esta actividad ilícita en Los Ángeles.