Su trabajo no sólo se aboca a salvar vidas, sino que también poblados y proteger los bosques. Cada verano sus competencias son puestas a prueba y con preparación y coraje han sabido hacerle frente.
Se trata de los brigadistas forestales que, cada temporada estival, deben hacer frente a los incendios forestales que se presentan en las distintas regiones del país, y el Biobío no es la excepción.
Quienes se desempeñan como tales, deben conocer bien el bosque, además de la geografía, el clima, la vegetación y el comportamiento del fuego en esas topografías, además de trabajar en equipo y velar por el autocuidado a fin de proteger su vida y la de sus compañeros.
A pocos kilómetros al sur de la ciudad de Los Ángeles, se encuentra la base de Duqueco, perteneciente a Corporación Nacional Forestal (Conaf); en ella, más de 50 brigadistas prestan servicios en la provincia de Biobío.
En cuanto a su labor, consiste en "combatir incendios forestales, para lo cual nosotros les hacemos capacitaciones durante diez a 12 días, abordando temas relativos al combate de incendios y les inculcamos la seguridad ante todo", relató el supervisor del Área Sur de Conaf en la provincia de Biobío, David Ramírez.
Ramírez explicó que cada brigada está compuestas por 14 personas cada una, de las cuales cuatro están con permiso, mientras las otras diez están siempre atentos y listos para concurrir a una emergencia. Agregó que siempre habrá una dotación de diez brigadistas al interior del puesto, mientras los otros cuatro están con permiso.
La base de Duqueco está conformada por cinco brigadas; una helitransportada, un camión cisterna, dos terrestres más una maquinaria y, en total, trabajan más de 50 personas diariamente.
Podrán postular a esta labor, todas las personas mayores de edad que tengan una condición física compatible con una labor de alta exigencia y no contar con antecedentes penales, entre otros requisitos.
LABORES DE UN BRIGADISTA
Existen funcionarios asociados a esta labor que son de planta, como es el caso de Daniel Ramírez, y quienes realizan trabajos por solo durante la temporada estival, como los brigadistas, jefes de cuadrillas y jefes de brigada.
Terminada la temporada de incendios forestales, los brigadistas vuelven a sus hogares; la gran mayoría de quienes le dan vida a la base Duqueco son de Alto Biobío.
"Quienes trabajamos de forma permanente, el resto del año nos dedicamos a hacer inventarios, a preparar el equipo para la próxima temporada y capacitar al personal", relató Ramírez.
Como Institución, CONAF también presta apoyo en el combate de incendios forestales en otros países. Aunque no ha sido su caso, Ramírez relató que -el año antepasado- un grupo de brigadistas prestó apoyo en el combate de incendios forestales en Canadá.
HISTORIA DE VIDA EN CONAF
Daniel Ramírez ingresó a Conaf cuando era muy joven. A los 18 años postuló para ser Brigadista Forestal y quedó; con el pasar de los años fue ascendiendo y de ser brigadista, hoy asume el cargo de supervisor y es un trabajador de planta.
Si bien, en primera instancia postuló como una forma de adquirir recursos económicos, con el pasar de los días y los años su visión y concepción del trabajo es completamente distinta.
"Lo que más me gusta de mi trabajo es salvar vidas; estar presente donde se necesita el apoyo de uno y con las capacidades y la experiencia que uno tiene. Me gusta eso, estar apoyando a los demás, a las demás personas cuando estamos en combate, cuando ellos necesitan nuestro apoyo y conocimiento", relató Ramírez.
Reconoce que no le teme al fuego pero sí le tiene mucho respeto; "respeto hay que tenerle siempre. Para poder combatir el fuego tenemos que hablar siempre de seguridad; es fundamental. Si no estamos capacitados en el tema de seguridad no podríamos salir a enfrentar al enemigo que es el fuego", explicó el supervisor del área Sur de Conaf en la provincia de Biobío.
"ME MOTIVÓ EL AYUDAR A LA COMUNIDAD"
Oriundo de la comuna de Alto Biobío, José Palma lleva 13 temporadas trabajando como brigadista forestal en Conaf y, en la actualidad, se desempeña como jefe de Brigada Helitransportada.
"Lo que me motivó a ser brigadista forestal es el ayudar a la comunidad, proteger a las viviendas y darles protección a los bosques nativos", relató Palma.
Por lo mismo, cumpliendo 19 años postuló al trabajo, quedó y desde ahí no paró más.
Su decisión de entrar fue muy personal; "uno quiere tratar de surgir en la vida, se dan estas oportunidades que uno tiene que tomar y acá también hay un buen ambiente laboral; hay un grupo de trabajo excelente, buenas personas", detalló.
Para Palma, la importancia la labor diaria radica en que "es un trabajo muy riesgoso, uno arriesga la vida y lo trascendental es que se trabajan para dar protección a todo lo que son los bienes naturales, viviendas. Creo que eso es lo que nos motiva a trabajar como brigadistas durante la temporada de incendios forestales".
Como jefe de Brigada Helitransportada, José dirige y supervisa a su unidad, además de instruirlos en temas de seguridad, a través de charlas que se realizan a diario.
