Más sobre pensiones

Señora directora

El despliegue comunicacional contra el sistema de pensiones ya no tiene límites ni racionalidad alguna.

La ignorancia, la demagogia y los prejuicios rodean absolutamente la discusión a tal punto que emitir una opinión en defensa del sistema es considerado una verdadera herejía que merece la mayor condena.

Todo se plantea bajo el prisma de la emotividad y en realidad casi todos los casos que cuestionan el sistema adolecen de falta de rigurosidad distorsionando el análisis.

El sistema se planteó desde sus orígenes, pese a las modificaciones que se han hecho, como un ahorro individual hasta los 60 o 65 años donde el trabajador impone el 10 % de su sueldo bruto.

Si el lector toma papel y lápiz y saca unos pocos cálculos matemáticos, no se requiere ser un experto para calcular que el valor de sus fondos al final del periodo (cuando le corresponda jubilar) durante 35 años, usted tendrá en moneda de igual valor 4.2 pesos por cada peso ingresado. Los números son fríos y objetivos.

Cuando no pasa ocurre, como indican los detractores del modelo es por qué: la persona no impuso, o le impusieron por un valor menor a su sueldo o estuvo desempleado generando lagunas previsionales.

Culpar al sistema por esta situación es como culpar al vehículo que es de mala calidad ya que no funciona y resulta que no le puso combustible. Parece ridícula la comparación, pero es absolutamente homologable a lo descrito.

Por último si se quiere remplazar por un sistema de reparto hay que tener en presente que: de acuerdo a proyecciones demográficas en Chile, la población activa es de 8 millones de personas la que se mantendrá invariable al año 2050, por otro lado el mismo estudio revela que la población mayor de 65 años hoy es de 2,2 millones de personas y al año 2050 superará los 4,5 millones .

No se requiere ser muy experto para concluir que dos personas en edad de trabajar (siempre que todos coticen, hoy lo hace solo el 50%) tendrán que mantener a un adulto mayor, y esto con un ingreso digno.

Saque ud sus cuentas...

Rodrigo Valenzuela Cerda