Laguna Señoraza

Señora directora

Afectada la Humanidad por una pandemia que ya ha cobrado muchas vidas humanas, creo que no es tiempo de descuidar la vida silvestres de nuestro medioambiente y también creo que su respetable medio de comunicación con arraigo en la comunidad provincial pueden ayudar a difundir y comunicar.

La destrucción de la totora ribereña y la vegetación aledaña en Laguna Señoraza constituye un crimen contra la naturaleza. Está ocurriendo ahora y la comunidad de Laja lo está permitiendo.

Una retroexcavadora está destruyendo la expresión libre que los agentes de la naturaleza han creado en sucesiones interminables de inviernos, primaveras, veranos y otoños; afectando negativamente una franja de terreno que es el hábitat de numerosas expresiones de vida silvestre, franja que por un lado tiene la barrera natural constituida una línea de vegetación ribereña de totoras y arbustos, y por el opuesto tiene una ladera tupida de vegetación.

Esta franja de vegetación ribereña es el hábitat que permite la vida y presencia de las siguientes aves: Siete Colores, Cachudito, Pidén, Huairavillo, Tagüita, Trile, Huala, cisne cuello negro, Huairavo, Tagua común (frente amarilla), Tagua Frente Roja, Tagua Chica,  Garza Grande y Garza Cuca. Si se destruye este hábitat, dichas aves desaparecen y tensionan la vida de las restantes sobrevivientes en las otras áreas de la Señoraza.

Quizás la mayor víctima de este crimen contra la naturaleza sea el Coipo, el único mamífero silvestre que habita en las aguas y riberas de la Señoraza.

Señora directora, afectada la Humanidad por una pandemia que ya ha cobrado muchas vidas humanas, creo que no es tiempo de descuidar la vida silvestres de nuestro medioambiente y también creo que su respetable medio de comunicación con arraigo en la comunidad provincial pueden ayudar.

Agradecidamente,

Waldemar Valdebenito Figueroa

(Vecino de Laja)