Señora directora
Cada día interiorizamos más y más el concepto de cuarentena, al mismo tiempo que vamos asumiendo los difusos escenarios que enfrentaremos a futuro, tanto en el plano personal como laboral. Los que tenemos la suerte de conservar nuestros empleos y trabajar desde casa, también vemos un futuro incierto, donde plantamos la interrogante de no saber cuándo podremos dejar la silla del comedor (que no es tan cómoda como parecía) y volver a la rutina de la oficina, sin poner en riesgo nuestra salud ni la de los demás, donde el trato con todo el equipo solía ser más dinámico, rápido y directo. Hemos tenido que aprender a querer y entender las dinámicas de una videoconferencia, reformar procesos e incluso complejizarlos más todavía a consecuencia del teletrabajo. En este camino de aprendizaje es importante mantener un equilibrio entre la continuidad operacional y el desgaste emocional de nuestros colaboradores, desbordando señales y actos de liderazgo que los hagan entender que no están solos, que todos estamos en esto, transmitiendo calma y apoyo, mientras que cada uno vive su propio proceso de normalizar esta nueva forma de vida.
Marcos Sepúlveda
Director general LLYC Chile