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La Tribuna

Plano Regulador

por La Tribuna

Señora directora:

Con

verdadero interés y entusiasmo he visto como las ciudades de Concepción y Los

Ángeles están formando comisiones para estudiar sus Planos Reguladores.  Pero lamento que no inviten a participar a

los arquitectos como el que esto escribe, pues más sabe el  Diablo por Viejo que por Diablo dice el

refrán.  Me tocó como presidente la

directiva del Colegio de Arquitectos de Concepción asistir a las discusiones

sobre su Plano Regulador elaborado por los arquitectos Duhart y Goycolea la

década del 60 en Concepción pues hasta 1974 viví allá, después en 1975 me

trasladé  a Los Ángeles y me encontré que

su Plano Regulador había sido realizado por el arquitecto Ignacio Santa María

sobre los mismos fundamentos que el de Concepción: la idea de la promoción

popular que el Presidente Eduardo Frei Montalva promovía desde sus campaña para

llegar a ser Presidente como lo escuchamos en asamblea realizada en Concepción

en 1963 donde contó que había conversado con el Papa preguntándole si como

cristianos podían trabajar para ayudar al pueblo a solucionar sus

problemas.  Y el Papa le contestó que

evidente, que sería una obligación y así lo hizo todo movido por la acción del

Padre Vequemans a cargo de la Revista Mensaje que había creado el Padre Hurtado

años antes, los 40 y 50 antes de 1952 en que falleció lamentablemente.

Siempre

creí en la promoción popular que era una buena propuesta para estructurar las

ciudades de acuerdo a los estudios del urbanista y arquitecto Gaston Bardet con

quien me comuniqué en Francia al hacer mi post grado en el Instituto de

Urbanismo de la Universidad de París, Sorbona, y en el Curso del CIAM Italiano

en Venecia del 51 al 53.  Lamenté

muchísimo que luego al comenzar el Gobierno del Presidente Frei Montalva en el

Parlamento se habían unido la Derecha e Izquierda  para rechazar esta proposición.   Los Planos Reguladores referidos ya estaban

en trance de ser aprobados pero no se pudieron poner en práctica en este

aspecto por el rechazo del Congreso ya referido y había que tener leyes de

Expropiación para habilitar los centros de las juntas de vecinos con las que se

organizaban las ciudades y su equipamiento de salud, educación, áreas verdes y

deportivas, además de estacionamientos. 

Pero la juntas de vecinos no se les daba autoridad para dirigir su vida

y por lo tanto eran solo nominales inoperantes como lo son actualmente desde

que se crearon en el Gobierno del Presidente Frei  pero sin ese poder para operar y que fue lo

único que se pudo hacer de la idea de la promoción popular.

Tengo

en mis manos publicación del Diario El Sur del 12 de enero del 2020 en que

insisten sobre medidas cuantitativas y no cualitativas como diría Bardet, pues

no tratan de crearle a Concepción una Estructura Urbana que la necesita, como

también Los Ángeles, de cuyos estudios últimos no estoy informado, pues es bien

sabido que es la convivencia en las ciudades la que crea la estructura de

barrios que crearon las ciudades fundadas por los españoles, lo que incluso se

continuó ocupando en la república como es el caso de Chillán por su traslado de

Chillán Viejo donde está actualmente por el terremoto de 1835.   Los barrios son los que antecedieron a las

juntas de vecinos, en cuanto a equipamiento principalmente, ya que eran

herederos de las parroquias de los españoles que algunas ciudades americanas

todavía las llaman así.

Creo

que en la estructura urbana que permitiría gobernar las ciudades esta lo

fundamental, no tanto en el aumento del ancho de las calles y la discusión de

la altura de los edificios en Concepción y como se plantea en Los Ángeles

respectivamente y eso se vio en Concepción con el proyecto del conjunto de

edificios frente al Parque Ecuador que fue desechado por oposición de vecinos

de ese barrio.  

Las

ciudades deben ser una confederación de juntas de vecinos con poder y

preocupadas de sus problemas ahora que los vecinos van a tener más tiempo con

la disminución de las horas de trabajo a la semana de 45 a 40 para dedicarle a

su familia y a su barrio o junta de vecinos.

Osvaldo Cáceres González

Arquitecto.

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