Atropello

Señora directora:

Parece necesario

detenerse un momento a analizar el atropello a un joven en Pudahuel por parte

de un vehículo policial que supuestamente habría sido el detonante de

reiterados ataques nocturnos a un cuartel policial.

Al ver el

video de este accidente, se aprecia que el joven corría por la calzada de

frente hacia el auto que venía, lo que no tiene nada que ver con un atropello.

Los carabineros

dijeron que su parabrisas estaba trizado por los impactos de los manifestantes,

que no se detuvieron por estar siendo atacados, pero por radio pidieron auxilio

para el joven accidentado.

En el mismo

video se aprecia que, literalmente, solo un segundo después del impacto y,

mientras el auto pasa, un sujeto joven sale de un pasaje y lanza con todas sus

fuerzas un proyectil al costado del vehículo.

Es decir,

está comprobado lo que dicen los carabineros: si se hubieran detenido, sus

vidas habrían estado en peligro. De qué otra forma se explica la reacción

instantánea del agresor, sino por el hecho de que estaba esperando que se produjera

el atropello para atacar al vehículo policial.

Un hecho como

ese para la opinión pública queda como una grave falta de Carabineros y nadie

aclara la verdad de lo que ocurrió. Se echa de menos mayor respaldo de las

autoridades que, cuando es el caso, son rápidas para reconocer la

responsabilidad de Carabineros. Porque aquí simplemente se victimizó al único

responsable y se criminalizó a Carabineros.

Tan

preocupante como la violencia que impera en el ambiente es que la misma obedece

a oscuras tácticas que se tratan de justificar con cualquier excusa, incluso

con falsedades.

José Luis Hernández Vidal