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La Tribuna

Darío Arévalo: %26quot;La producción de leche se ha ido desintegrando%26quot;

por Carolina Bassa

Está ligado al mundo lechero hace 10 años aproximadamente, sin embargo, su familia ha estado en el sector durante generaciones.

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Darío Arévalo es productor lechero de la provincia de Biobío, específicamente de Los Ángeles, y cuenta con una vasta experiencia de diez años en el rubro, aunque su familia ya lleva dos generaciones ligadas al sector lechero.

Asumió hace poco la presidencia de la Asociación de Productores de Leche de Biobío (Aproleche), y en sus primeras palabras como dirigente indicó que es un momento difícil para el sector primario en la zona de Biobío, y que le lastima ver cómo en la región todo el potencial y desarrollo lácteo se ha visto opacado por la industria procesadora.

¿Cómo ve el negocio lechero en la zona de Biobío?

Es muy complicado ver que todos mis vecinos han desaparecido, ya son pocos los productores que vamos quedando. En los últimos meses han desaparecido más de doce lecherías en la zona y en lo que queda del año y próximo seguramente van a desaparecer muchas más. Esto es muy complicado.

¿Por qué han desaparecido tantas lecherías?

Netamente por el trato de la industria. Aquí no ha habido valor compartido, ya que cuando el mercado ha mostrado bonanza o altos precios éstos no se han reflejado hacia los productores, más bien todo lo contrario. En tiempo malos los precios bajan inmediatamente, tenemos comunicación de parte de la industria de forma instantánea, sin embargo, cuando los precios suben no vemos esa información.

Entonces ¿Qué es lo que realmente pasa en la actualidad en Biobío

El drama que vivimos es que de 600 productores que había hace algunos años, hoy vamos quedando menos de 100. La producción de leche se ha ido desintegrando y la presencia de los pequeños productores que conforman el grueso del rubro ya no quedan. El problema de eso que aparte de desaparecer un lechero, desaparece un patrimonio, años de genética, con el consiguiente efecto en el empleo y en el desarrollo rural. 

Hay un sacrifico muy grande para cumplir con la producción, pero muchos no lo logran por las condiciones que establecen los grandes empresas.

¿Cómo reacciona la industria ante esta situación?

La industria dice que ellos tiene una política de precios que los rige y quien quiera produce y el que no. No hay mayor apoyo, no hay preocupación si un productor se va a salir del negocio, queda en la indefensión, en el desamparado absoluto. Biobío, así como va, le quedan muy poco de leche. Las empresas no pujan por el precio, no existe competencia, no actúan de forma competitiva.

Asumió hace muy poco como presidente de Aproleche Biobío, ¿qué lo motivó?

Fui varios años socio de Aproleche, después ejercí como director 4 a 5 años, y hace un par de semanas, efectivamente asumí su presidencia. Debo reconocer que es un cargo no menor, ni fácil, dado que me toca relevar a uno de los mejores dirigentes lecheros del país,  para mí, un emblema, Juan Pablo Aruta, al cual como dirigentes gremiales y como productores le debemos mucho. Por él y por todos nuestros asociados tenemos que seguir adelante. Tenemos que valorar lo que hay en la zona. Hoy en día se han desaparecido lecherías emblemáticas de tres generaciones y queremos ponerle coto a esto a través de la asociatividad lechera y las distintas iniciativas que llevamos adelante como gremio.

¿Cuáles son sus grandes desafíos al asumir este nuevo cargo?

Los desafíos pasan por evitar una mayor desaparición de productores. Que los que quedamos sigamos adelante con todos los esfuerzos ciertamente que conlleva. Motivarnos y fortalecer la unión a través de la Asociación y Fedeleche. Queremos que el gremio siga más fuerte que nunca, porque si no, las plantas nos van a comer y vamos a ser historia para la siguiente generación.

¿Qué espera de la relación con la industria?

Que se comporte de forma competitiva y pague lo que corresponde. No obstante, la industria en ningún momento ha apoyado al productor como se ha señalado públicamente. De hecho, vemos que ha tratado de beneficiarse únicamente y hoy día no hay apoyo alguno. Es más hemos sido testigos de argumentos totalmente alejados a la realidad para justificar alzas de precios a nivel de consumidor, siendo que a nosotros como productores en el último año, los precios han caído de forma importante. Eso es inaceptable.

Por último, ¿con el Estado cómo se avanza?

No existe una política de desarrollo en el ámbito agrícola. Seguimos sufriendo los embates que tiene el libre comercio. Los abusos son permanentes y sistemáticos por parte del sector industrial. Necesitamos; entonces, una política para el sector lechero que fomente un desarrollo sustentable de la producción. Que involucre financiamiento acorde al ciclo productivo y que promueva el riego como un tema estructural y de apoyo a largo plazo. Que se nos garantice un mercado competitivo y transparente a los productores. Que se estimule la capacitación permanente de los trabajadores agrícolas. Que se promueva la asociatividad y el desarrollo integral de la cadena y se fortalezca las organizaciones representantes de los productores, asegurando su participación en la elaboración e implementación de los planes y programas que se definan para el sector.

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