A no olvidar la propia seguridad

El calor de los últimos días de enero y los primeros de febrero fue sofocante en la provincia de Biobío.

Nadie soportaba los 40 grados que llegaron a haber, registros históricos para una zona que sólo acostumbraba a soportar no más de 33 grados normalmente en los días de verano.

Es por tal motivo, que muchos buscan refrescarse de la fuerte ola de calor, buscando distintos lugares.

Mientras algunos optan por las distintas piscinas que existen a lo largo y ancho de Biobío, otros prefieren ser parte de distintas playas, también acudiendo en familia.

En cambio otros deciden visitar los distintos ríos que hay en la provincia.

Es ahí donde se generan los problemas y es que normalmente tanto en las piscinas como playas existen personas dedicadas a salvaguardar la vida de quienes asisten a estos lugares, todo en caso de ocurrir cualquier emergencia. Los salvavidas están aptos para ser parte de cualquier problema que ocurra en el lugar.

Es esto mismo lo que no pasa habitualmente en los ríos, por lo que debe haber mayor precaución por parte de quienes prefiere refrescarse en sus riberas.

Pero lamentablemente el autocuidado no siempre se da, sucediendo hechos lamentables.

Hace algunos días ya había ocurrido un hecho en el río Duqueco. Se trató de un joven de 22 años, que desapareció en el sector del puente Calderones, camino a Santa Bárbara. Luego de ser buscado intensamente fue hallado muerto en el lecho del río.

Y la situación volvió a repetirse durante esta semana, luego que un hombre se perdiera en las aguas del río Diuto. El hombre, finalmente fue encontrado la mañana del jueves por familiares.

Por lo mismo, queda en evidencia la importancia de mantener ciertos resguardos al momento de visitar estos lugares y es que muchos no están autorizados para el baño. Como se ha destacado en innumerables ocasiones, la seguridad parte por uno mismo y más aún en lugares tan apartados como lo es este tipo de ríos en sectores rurales.