Willy González, un angelino que busca limpiar su imagen

Como “una verdadera pesadilla” catalogó los hechos que vivió Willy Ricardo Gonzales Moncada, luego que se le atribuyera en agosto de 2017 la responsabilidad de un robo avaluado en más de 4 millones de pesos.

Esto, al instante que un anterior jefe, a quien reconoce como Alejandro Javier Lanas, lo acusó de este hurto, dando aviso a personal de la primera comisaría de Carabineros, quienes lo arrestaron la noche del 3 de agosto, pasada las 23 horas.

Cabe señalar que en su testimonio González relata cómo fue crudamente arrestado por personal de Carabineros, quienes en ese momento no escucharon su defensa.

UNA DEMANDA INJUSTA

“Yo nunca cometí ese robo. A la hora que ellos señalaron, yo estaba trabajando en un local comercial. Pero ellos hicieron oídos sordos. Lloré por esta injusticia y pase una noche –la primera de mi vida- en una cárcel”, manifestó con pesar.

Al día siguiente, Gonzales se presentó ante el tribunal Oral de Los Ángeles, donde le relataron los sucesos de los que supuestamente hasta ese día era culpable.

En este proceso, le atribuyeron la responsabilidad por el hurto de dos televisores de 55 pulgadas, un computador, una cámara fotográfica y otros implementos que concluyeron en la suma de cuatro millones de pesos.

El anterior jefe de González dijo a Carabineros que a las 20 horas, aproximadamente, el eléctrico había ingresado a su hogar y cuando fue sorprendido huyo saltando rejas, enviado a los funcionarios hasta la morada del afectado.  

SEIS MESES DE CASTIGO INJUSTIFICADO

Posterior a esto, el inculpado pasó seis meses de su tiempo en diferentes instancias judiciales, en las que no se presentó el querellante.

“Perdí mucho de mi tiempo, y mis contactos ya no me ven igual. Ahora soy un ladrón, porque esta persona, en un acto arrebatado, ensució mi nombre y mi integridad. Fue un periodo que nunca espere vivir”, manifestó.

Durante este proceso, Gonzáles tuvo la oportunidad de presentar a su abogado defensor las cámaras de seguridad donde se evidenciaba que a la hora del robo éste se encontraba realizando el respectivo trabajo que desde un inicio relató a Carabineros.

De esta manera, pasaron los meses y la última instancia la vivió el 23 de febrero, donde el Tribunal manifestó su desvinculación con los hechos.

“El tribunal manifestó el error de sus actos y las disculpas respectivas, pero ello no quita los meses que viví este calvario. Soy una persona que nunca ha cometido actos delictuales, un trabajador honrado y espero seguir siéndolo siempre. Cada día que me levanto pienso en ello”, sentencio este hombre, quien busca realizar acciones legales y una demanda por daños y perjuicios.