La semana clave

Esta semana viviremos un proceso electoral prácticamente inédito. Hace muchas décadas que Chile no se encontraba tan polarizado políticamente.

Sebastián Piñera y Alejandro Guillier se han movilizado por todo Chile, han debatido, se han enfrentado y también se han comportado correctamente en situaciones en que se ha requerido.

Igualmente, ambos se han equivocado. Quizás es la ansiedad y un poco de desesperación, ya que ninguno tiene la certeza del resultado del domingo.

Si uno examina lo ocurrido en las elecciones pasadas, entre Evelyn Matthei y Michelle Bachelet era prácticamente seguro que salía electa la actual mandataria. Cuando se disputó entre Sebastián Piñera y Eduardo Frei había una certeza de que el candidato de la otrora Alianza Por Chile corría con gran ventaja.

Por esta razón, el fenómeno que estamos viviendo en esta elección tiene muy divididos ideológicamente a los votantes.

Guillier y Piñera sostienen que la otra opción es retroceder, por lo cual el votante tiene una misión relevante.

Usted, que va tomar la decisión de votar, no puede dejarse llevar por el populismo y lo que dice el resto. En sus manos está el futuro de Chile y sería de gran ayuda que, cuando emita su sufragio, lo haga informado. Chile necesita estabilidad económica, política y social y será su determinación la que indique por qué camino se debe hacer.

La gran pregunta frente a esta situación es ¿cuál de los dos candidatos es la mejor alternativa para resguardar los intereses de todos los habitantes del país? No es tan fácil la respuesta.

Lo único claro es que, cualquiera sea la opción, ninguno de los dos se encuentra cien por ciento a la altura de un desafío de estas características.

Hemos de esperar que, una vez que sea escogido el nuevo Jefe de Estado, éste se organice, se prepare, deje de lado las improvisaciones que hemos visto en las últimas semanas y observemos un líder claro, con una meta y una hoja de ruta concreta y decidida; que, pase lo que pase, vele para que cada chileno tenga la oportunidad de crecer.

Todo lo demás es irrelevante. Los ataques personales, partidistas o de otro tipo solo buscan generar odio y división.

Usted no sea una oveja más del rebaño. Ponga atención y aproveche la democracia para su bien y el de todos.