Nacimiento: cuando la buena cepa se lleva por dentro

Los amantes de los vinos, encontraron la excusa perfecta para visitar la comuna de Nacimiento.

Si bien, Millapoa es uno de los sectores que más concentra la producción de este bebestible, la verdad es que la ciudad entera goza de esa cepa que no puede dejar de probar.

Pese a las características de suelo y clima dificultan la plantación de nuevos viñedos, por su suelo arcilloso y la disponibilidad de agua, lo cierto es que existe una cepa que ha logrado establecerse en la zona, transformándose en una de las principales estrellas.

Se trata de la cepa País, que es una de las más antiguas en Chile. La ciudad cuenta con viñedos que tienen alrededor de 150 o 200 años de antigüedad, los que fueron traídos por los Jesuitas a la localidad.

En la actualidad, aún se fabrican vinos con esta cepa, a través de producciones artesanales de pequeños productores agrícolas.

“La vinificación es una tradicional en lo que es la vendimia de los mismos pequeños productores, utilizando técnicas totalmente ancestrales y sin uso de ningún producto químico”, explicó el técnico del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de Nacimiento, Carlos Cifuentes.

Es que una de las principales características de la cepa País es que se adapta muy bien a las condiciones climáticas y de suelo donde sea plantada.

Antiguamente, era una cepa que existía en todo el mundo; sin embargo, tras una enfermedad a nivel mundial, sólo es posible encontrarla prácticamente en Chile.

“Su particularidad es que es una cepa totalmente fiel a la producción y en las peores condiciones”, relató Cifuentes.

Prueba de ello es que muchos de estos viñedos están insertos en pleno cerro de la cordillera de Nahuelbuta, en algunas laderas bastante pronunciadas que se caracterizan por la nula disponibilidad hídrica. Aun así, son capaces de producir entre 8 mil a 10 mil kilos de uva por hectárea.

El producto final es un vino relativamente aromático y muy bien aceptado por el público.

¿Lo mejor de todo? Es que “son producciones sin ningún producto químico, sin ninguna fertilización y aplicación de productos químicos a las plantas para controlar plagas y enfermedades porque son bien resistentes a eso”, explicó el profesional.

Son viñedos que están repartidos por la mayoría de los sectores que conforman la comuna de Nacimiento, todos ellos de diferentes superficies.

Así es como los visitantes podrán encontrarse con viñas de entre 5 a 7 hectáreas hasta dos mil metros cuadrados, detalló Cifuentes.

Sin embargo, donde hay mayor cantidad de viñedos es en Millapoa; San Ramón y San José de Huillinco.

Los habitantes que se dedican a esto, comercializan el producto en base a su producción de vinos, principalmente a granel.

Sin embargo, algunos venden la uva a intermediarios, quienes las entregan posteriormente a las grandes viñas, pero son los menos.

Actualmente, el municipio está trabajando con un plan piloto en materia de turismo. Dentro de esta iniciativa, intenta potenciar el turismo enológico.

La idea es fomentar el turismo participativo de los usuarios, donde los turistas pueden ir, visitar y ver todo el proceso que conlleva el tema vitivinícola.

Esto es factible hacerlo por lo que el turista podrá apreciar desde los trabajos de la viña, lo que es el tema de la vendimia y la producción de vino en bodega, pudiendo incluso ir degustando los productos durante el trayecto.

Un gran número de productores vitivinícolas están siendo asesorados por el Programa Prodesal, iniciativa que nació a través de un convenio de la municipalidad con el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario.

Puede resultar un panorama aún más atractivo si considera que muchos de estos viñedos están inmersos dentro de fuertes históricos de la comuna de Nacimiento.

Es más, donde se encuentra la mayor concentración de viñedos es justamente donde se emplazan estos fuertes.